El centro de Palma fue ayer por la mañana un constante fluir de gente con ganas de pasarlo bien y olvidarse durante un rato de la pandemia y de conflictos bélicos. Así lo reflejó la participación en Sa Rueta de Palma, que tras el parón impuesto por la covid, ayer congregó a unos 20.000 asistentes, según las estimaciones del Ayuntamiento. Las casi cuarenta actividades, entre talleres y espectáculos, repartidas por diferentes puntos del centro de la ciudad reunieron a numeroso público, principalmente familias con niños pequeños, y causaron aglomeraciones en la Rambla y la calle Unió, situación que quería evitar Cort, que este año había renunciado de nuevo a organizar Sa Rua.

 Aunque se vieron muchos menos disfraces que en otros años, carnaval es la ocasión de encontrarse paseando y charlando como buenos amigos a Harry Potter y a Iron Man, porque aunque sean personajes de universos muy dispares pertenecen al mundo de la fantasía. Y especialmente la de los niños, que ayer, con Sa Rueta, tuvieron el centro de Palma a su disposición, con talleres y espectáculos pensados para ellos en la plaza España, l’Olivar, calle Sant Miquel, plaza Major, Cort, calle Unió y plaza del Mercat y la Rambla.

Las actividades programadas por el Ayuntamiento de Palma llenaron de gente estos lugares, con una verdadera marea humana especialmente desde la plaza del Mercat hasta todo el paseo de la Rambla. Aquí, las representaciones teatrales con gran dosis de humor aglutinaron a muchos niños, principalmente de corta edad. Para ellos hubo representaciones de La Caputxeta Vermella, juego de construcción con grandes piezas, marionetas, pintacaras, taller de máscaras y magia con el Mag Fèlix.

Este año, el Ayuntamiento había ampliado los puntos de atracciones con el objetivo de evitar aglomeraciones, pero ese intento fracasó en vista de la multitud y las colas que se formaron para que los niños pudieran disfrutar de algunos talleres y juegos infantiles. Además, este año, la celebración del carnaval coincidió con las actividades organizadas por el Dia de les Illes Balears en el Born, Antoni Maura, Paseo Sagrera y Drassanes. 

La plaza Major fue la zona donde contemplar varios espectáculos circenses, con equilibristas y números de acrobacias aéreas. Los niños también tuvieron la oportunidad de caminar sobre zancos, practicar con aros e intentar repetir algunos de los movimientos de los artistas.

Sa Rueta contó con la presencia del Drac de na Coca, expuesto en Cort, donde no hubo ningún tipo de aglomeración. También se pasearon por allí cerca los Gegants i Capgrossos de la Sala, que se prestaron a fotografiarse con grandes y pequeños. En la calle Sant Miquel, Estupendos Burruños hacían bailar animadamente a un gran grupo de personas, con los niños en primera fila. 

En la plaza España, la Policía Local montó un parque infantil de tráfico, con muy buena respuesta,, y el Ayuntamiento aparcó allí uno de sus autobuses de la EMT y uno de los camiones de bomberos para que pudieran ser visitados como una atracción más.

En cuanto a disfraces, Ladybug sigue triunfando, como en anteriores carnavales, al igual que los superhéroes y los atuendos de todo tipo de animales entre los más pequeños. Piratas, sirenas, caperucitas, unicornios, medusas, bastantes Mario, muchos alumnos del Colegio Hogwarts y hasta Frida Khalo se dejaron ver ayer por la mañana en Sa Rueta de Palma.