Las dos antiguas viviendas del Paseo Marítimo de Palma ubicadas entre la discoteca Tito’s y el Hotel Meliá Victoria quedaron ayer completamente derruidas.
Los trabajos de demolición de los dos viejas construcciones empezaron el martes, toparon en sus cimientos con el antiguo muro que ejercía de dique marítimo antes de que se construyera la actual Avinguda de Gabriel Roca y dejaron una empinada lengua de tierra que escala desde la calle hasta la parte trasera del edificio de la plaza Gomila, el mismo que en los años setenta y ochenta albergó sucesivamente al bar Mónaco y al Mínims.
Se trata de obras previas y de urbanización al proyecto de reforma de la antigua discoteca Victoria, edificio cerrado y actualmente sin uso que ocupa la parte baja del emblemático hotel de grupo Meliá y cuyo proyecto de remodelación todavía está pendiente.
Estos trabajos crearán, según fuentes de la obras, un espacio despejado en la superficie que dejan las antiguas viviendas demolidas y doblarán la amplitud de la calle Dels Banys, uno de los accesos que conectan el Paseo Marítimo con la plaza Gomila y que hasta ahora solo era una sinuosa y estrecha escalera pegada al perímetro y al ascensor de la discoteca Tito’s.
Por su proximidad, las obras también afectan al edificio de la discoteca Tito's, que va a convertirse en un bloque viviendas de lujo tras ser adquirida el pasado mes de mayo por la familia Fluxà, propietaria de la marca de zapatos Camper, tras cerrar el acuerdo de venta con el empresario Bartolomé Cursach.
El solar de la discoteca Tito’s permite un uso residencial plurifamiliar, lo que allana la transformación del negocio del ocio nocturno en un bloque de viviendas de lujo con vistas privilegiadas al puerto y a la bahía de Palma, tal como pretende sus actuales propietarios.
El solar posee una superficie de 602 metros cuadrados, con accesos desde el paseo Marítimo y por la plaza Gomila, salvando un considerable desnivel. Igualmente, el edificio podría tener un uso de equipamiento, pero siempre que este ocupara todo el edificio.
La completa transformación urbanística de la plaza Gomila y de sus calles adyacentes, cuyos principales edificios se encuentran en obras y donde se han situado las familias que lideran el negocio turístico en Mallorca, salta ahora al Paseo Marítimo. Y lo hace en antiguos emplazamientos de negocios de ocio nocturno pero alejándose completamente de esos usos.
