El presidente de la Comisión Balear de Medio Ambiente, Antoni Alorda, retiró del orden del día del pleno de este organismo dependiente del Govern la aprobación del estudio del impacto ambiental del proyecto de restauración de las canteras de sa Garrigueta Rassa y Can Rosselló con el fin de recabar más informes.

La aprobación del estudio de impacto ambiental es un paso imprescindible para que, con posterioridad, el Govern pueda autorizar el proyecto de restauración y Cort conceda la preceptiva licencia de actividad.

La retirada se ha producido a petición del ayuntamiento de Palma y del Consell de Mallorca. El representante del Consistorio en la comisión, el teniente de alcalde de Medio Ambiente, Ramon Perpinyà, puso sobre la mesa la necesidad de replantear el proyecto presentado por la actual propiedad Terral Holding S.L., con el fin de aportar «más información y claridad».

Perpinyà recordó que el Ayuntamiento ya presentó un informe negativo en la subcomisión técnica, que mantienen, debido básicamente «a la magnitud» de la rehabilitación que se propone.

Por su parte, el departamento de Territorio del Consell de Mallorca presentó un nuevo estudio de impacto ambiental en el que se pone de manifiesto que, en función de la legislación vigente, no es necesario que la cantera se rellene en su totalidad y, en consecuencia, se pueden rebajar considerablemente las toneladas de material y el tiempo que se necesita para la restauración sin tener que llegar a la cota inicial de ambas antiguas explotaciones.

Ante la «magnitud del proyecto y de sus impactos» se han solicitado también la redacción de más estudios a las administraciones implicadas como pueden ser la dirección general de Residuos, el departamento de Carreteras y de Recursos Hídricos, entre otros. Fuentes municipales han indicado que también se remitirán tanto los informes de Cort como del Consell a los promotores, con el fin de que estudien un posible replanteamiento del proyecto presentado, algo que facilitaría la aprobación de la restauración ya que en estos momentos existe un pronunciamiento técnico a favor del proyecto presentado por la propiedad, aunque con una serie de limitaciones relacionadas con la prohibición de más extracciones y la limitación de la circulación de camiones a determinadas horas del día.

Según el presidente de la comisión, Antoni Alorda, se dará un plazo de diez días a los promotores para que den una contestación sobre si mantienen el proyecto presentado o si, por el contrario, lo retiran y modifican.

El pleno del ayuntamiento de Palma del pasado 23 de diciembre, por unanimidad, rechazó el proyecto de restauración de la propiedad en base al informe contrario emitido por Cort. Uno de los argumentos expuestos en el informe municipal consiste en el hecho de que se deben aportar seis millones de toneladas de áridos inertes procedentes de MAC Insular durante 30 años, a razón de 220.000 toneladas anuales para sa Garrigueta Rassa, desconociendo de dónde procederán los necesarios para llenar la cantera de Can Rosselló para la que se necesitarían otras 90.000 toneladas anuales. De esta forma, la producción total de MAC Insular, que es el único proveedor de estos materiales inertes y que su concesión finaliza en 2028, no sería suficiente para los proyectos de estas dos canteras.

Además, si se tiene en cuenta que este material ya se utiliza para restaurar otras canteras de Mallorca, solo quedarían unas 14.000 toneladas para poder usar en sa Garrigueta Rassa y Can Rosselló, «muy lejos de las 220.000 toneladas necesarias».