El espectacular fenómeno de la 'Festa de la Llum', que el Sol regala dos veces al año si la pandemia y las nubes lo permiten, ha deleitado esta mañana a los asistentes con un colorido desfile de luces, formando un claro y vistoso ocho ante la expectativa mirada de cerca de 1.200 personas.
Es la primera vez después de la pandemia que la nave central de la Catedral de Mallorca se abarrota de personas que acuden a ver el espectáculo, rozando el límite del aforo y ofreciendo una imagen que recuerda a la vieja normalidad.
Con la mascarilla puesta y el teléfono móvil en mano, los afortunados que han presenciado 'in situ' el fenómeno han podido captar el momento de la curiosa forma geométrica, que primero ha recorrido el lateral izquierdo de la nave hasta reflejarse justo debajo del rosetón de la fachada principal, aproximadamente a las 9:04 horas, durante un corto periodo de tiempo.
En ese preciso momento, el millar de personas que contemplaba el espectáculo ha arrancado a aplausos y ovaciones. Fascinados, han agradecido al tiempo, que ha sido permisivo con el astro rey para ofrecer sus mejores galas. Para los que no pudieron asistir a verlo, la Seu lo retransmitió en streaming a través de su página web y redes sociales con el fin de evitar aglomeraciones.
"Llevaba años escuchando sobre el acontecimiento y por fin he podido venir a verlo", cuenta Pau Cervera, que ha venido desde Valencia y asegura que, aprovechando la oportunidad, visitará Mallorca. Y eso que, al viajar para presenciar el fenómeno no siempre se tiene suerte; la última vez que se produjo, el pasado 11 de noviembre, la borrasca Blas no dio tregua y ensombreció el Ocho. Algunas personas que, como Pau, se trasladaron desde otras regiones para asistir a la conocida 'Festa de la Llum', se tuvieron que marchar a casa decepcionados.
Aquella mañana, desde primera hora, las nubes ni siquiera dejaron paso al amanecer, por lo que muchos desistieron de acercarse a la Seu y pese a ser la primera edición con público después de la pandemia apenas tuvo espectadores. Esta mañana, en cambio, el Ocho ha sido protagonista de película para celebrar la festividad de la Mare de Déu de la Candelaria, espléndido y vistoso en una Catedral que por poco no ha tenido que colgar el cartel de 'aforo completo'.
Con todo, ayer se organizó en la nave principal una mesa redonda con seis expertos que abordaron el fenómeno desde varias perspectivas; se habló de matemáticas, historia del arte, teología y arquitectura. Una de las conclusiones a las que llegaron es que la fusión lumínica de los rosetones es fortuita, fruto de diversas casualidades y circunstancias que, no con pocos motivos, han acabado convirtiendo la imponente construcción en la Catedral de la Llum.
