La Asociación de Vecinos del Secar de la Real y la entidad en defensa del patrimonio ARCA advirtieron ayer del peligro de derrumbe de un talud en mal estado en el margen izquierdo del torrente de Sa Riera, a la altura del Secar de la Real.

Según la denuncia pública, hace años que los escombros se acumulan en esta ubicación, hasta el punto de crear una elevación con un «ángulo muy superior al aconsejable para garantizar la estabilidad del talud», lo que incrementa la probabilidad de que los materiales se desequilibren y acaben cayéndose en el cauce del torrente de Sa Riera, provocando un peligroso ‘efecto presa’.

De hecho, las organizaciones lamentaron que ya se han producido varios derrames, la última vez «hace varios meses», y que se van añadiendo a los escombros que ya había anteriormente, sin que se le ponga remedio.

«La siuación supone un peligro grave para la seguridad de la población en caso de lluvias torrenciales», aseguraron las entidades, preocupación que la asociación del Secar de la Real ya trasladó hace unos cinco años, y que ARCA ha vuelto a poner en conocimiento del Ayuntamiento de Palma y de la Dirección General de Recursos Hídricos del Govern.

Sin embargo, pese al emplazamiento de los vecinos para que las autoridades actúen con «urgencia», la entidad conservacionista denunció que hasta ahora no ha habido ningún plan concreto para solucionar el problema, más allá de «algunas reuniones entre técnicos y una visita de controladores ambientales en el último mes».

En este sentido, la asociación ARCA sustentó la denuncia con un informe del hidrogeólogo Alfredo Barón, uno de los mayores expertos en temas hidráulicos de las islas.

En el documento, elaborado en noviembre de 2021, el científico confirma que, «en caso de lluvias muy importantes de tipo torrencial, se puede desestabilizar el talud», explica. «Y si se descalza como consecuencia de una riada intensa, puede producir un deslizamiento que podría provocar un ‘efecto presa’ y como consecuencia, graves efectos aguas abajo y aguas arriba en la zona urbanizada», argumenta Barón, que señala que la problemática acumulación de escombros viene produciéndose de forma continua desde los años 70.

Por otro lado, el informe aclara que estas circunstancias «vienen agravadas por la existencia de una zanja de drenaje de aguas superficiales frente a la calle Blavets de Lluc, que provoca un efecto cárcava en el talud».

Como conclusión, la acumulación de escombros ha producido «una modificación del perfil hidráulico transversal» que «podría afectar» en caso de crecida importante del margen derecho, por sobreelevación del nivel de las aguas circulantes, manifiesta el científico tras el estudio realizado en el lugar.

Por estos motivos consideraron las asociaciones que es su «obligación» alertar a la ciudadanía de este riesgo, e instar a las administraciones competentes a la «actuación urgente» para modificar esta situación y recuperar la seguridad necesaria en el Secar de la Real.