No importa que Papá Noel viniera primero como cada Navidad. Una pequeña multitud de niños y padres se ha arremolinado con la disciplina que marca la covid en la plaza de Cort, a la espera de que a ritmo de tambores hicieran su entrada los pajes de los Reyes Magos. Pelayo está demasiado nervioso para atender a preguntas de extraños. Anthony, el primero en subir a la tarima para entregar su carta a los representantes de sus majestades de Oriente, no recuerda bien lo que pidió y Olivia y Queralt hasta le han escrito su propia misiva a su pequeño hermano de cuatro meses. Reina la ilusión en Palma.

Apenas unas cuatrocientas personas se han acercado este domingo al centro de Palma para vivir en primera persona la llegada de los pajes reales a Ciutat. La pandemia sigue minando los ánimos para acercarse a multitudes, pero con las reglas bien claras de seguridad, que la megafonía del acto organizado frente al Ayuntamiento ha ido recordando con regularidad, los pequeños de la casa hacían cola con su objeto más preciado de estos días: su carta escrita a los Reyes Magos donde juran y perjuran que han sido buenos antes de ir desgranando los regalos que esperan recibir en su casa el próximo jueves.

A ritmo de tambores se acercan los pajes de Melchor, Gaspar y Baltasar. Ya instalados en la tarima frente al Ayuntamiento, el primero de la fila hace entrega de su carta al representante de Melchor. El madrugador es Anthony, de 6 años, quien acompañado por su madre, Diana Isaza, ha llegado a la plaza de Cort a las once, una hora antes del inicio del acto. Es el primer año que se da cuenta de lo que está ocurriendo, explica Diana, “antes era un bebé”. El pequeño mira a su madre, cómplice, para que le ayude a recordar qué espera en el salón de su casa el día de Reyes. Se trata de dinosaurios, esos grandes amigos de los niños.

Ion tiene 4 años y esta Navidad también es la primera en la que de verdad se “entera” de lo que está ocurriendo, dice su madre, Orreaga. Le ha costado un rato aparcar, pero celebra que la espera para entregar la carta al rey Melchor ha sido corta. El próximo miércoles irán a la cabalgata de El Arenal, menos concurrida, para ver juntos la llegada de sus majestades.

Después de escuchar con atención los mensajes de cada uno de los Reyes Magos, leídos por sus pajes –“Yo, rey Baltasar, del África Oriental, tras un largo viaje llegaré..."–, Olivia, de 9 años, con su hermana Queralt, de 6, entregarán tres cartas al representante de Melchor. Le han escrito también una misiva para el pequeño de la casa, su hermano de apenas cuatro meses. Olivia quiere “las cápsulas sorpresa de Harry Potter" y Queralt se ha pedido la muñeca Lol remix . Su madre, Raquel Picó, expresa lo que todos pensamos a estas alturas de pandemia: “La vida sigue y el miércoles iremos a la cabalgata”.

Esperando su turno con paciencia e ilusión, con los padres móvil en mano para inmortalizar el momento vivido en Cort, los pequeños han ido depositando sus cartas en la mágica urna de colores azul y dorado que hará llegar sus deseos a los magos de Oriente. Ya cada menos para el gran día que pondrá punto final a esta Navidad.