Àngels Fermoselle, portavoz de la entidad conservacionista ARCA y vecina de Pere Garau, critica con rotundidad la actitud de un Ayuntamiento de Palma que, subraya, ha comprometido una inversión de casi dos millones de euros en la peatonalización de Nuredduna sin haber escuchado a los vecinos del barrio. «El proceso de participación con los vecinos ha sido impedido, solo eso ya es una ilegalidad», señala.
Pese a que las excavadoras entraron en la calle hace cuatro meses, Fermoselle considera que Cort está a tiempo de cambiar su proyecto de peatonalización integral. «Estamos convencidos de que todavía hay posibilidad de rectificación. Nuestro planteamiento de dejar pasar el transporte público sigue siendo posible sin necesidad de dar marcha atrás a las obras. Que no pongan las jardineras en medio y dejen pasar a los autobuses, que podrían girar desde Avenidas», reclama.
La alternativa que planteaba ARCA, compartida con la entidad vecinal Flipau amb Pere Garau, era la de conformar un eje cívico que se extendiera por Nuredduna, Francesc Manuel de los Herreros y Arquebisbe Aspàreg. «Un eje cívico es un espacio que permite la articulación de un barrio propiciando que el pequeño comercio coja vida. Y das prioridad a los peatones con aceras anchas y seguras. Pero no es incompatible con sistemas de transporte público», indica Fermoselle, que pone a Arxiduc Lluís Salvador como ejemplo de intervención lograda.
«Es ofensivo que nos ninguneen como lo han hecho. Nuestro compromiso social con los vecinos y de colaboración con el Ayuntamiento es infinito. Por eso es ofensivo y antidemocrático haber tapado la boca a la sociedad civil con modos autoritarios en cuanto a la toma de decisiones en el barrio», denuncia.
Fermoselle alude a un informe de movilidad en el que la propia EMT reconoce que desviar tres de sus líneas supondrá «un incremento de la distancia recorrida y de tiempo de trayecto», además de sobrecargar de tráfico calles cercanas como Nicolau de Pacs.
«Han mantenido una falsa idea de eje cívico para parecer que se preocupan del medio ambiente, pero lo que están haciendo es extirpar al barrio su parte más rica», resume la portavoz de ARCA.
