Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sugey Jiménez Usuaria del Servei d'Acolliment Municipal

«Cuando voy a ver un piso y les digo que soy colombiana cambian su actitud, te excluyen»

Tener un hijo con autismo ha sido su «reto más grande» porque la sociedad «nos ha cerrado puertas» - Pide más información para las familias

Sugey Jiménez llegó al Servei d’Acolliment Municipal hace seis meses y este fin de semana empieza una nueva etapa. Manu Mielniezuk

Sugey Jiménez llegó al Servei d’Acolliment Municipal de Palma hace seis meses. Nadie en Ciutat quería alquilarle una habitación o un piso porque su hijo tiene autismo o por su nacionalidad. Aquí encontró la segunda oportunidad que necesitaba. Ahora cuenta su experiencia en el SAM Familia.

¿Cómo llegó al Servei d’Acolliment Municipal?

Pasé por seis habitaciones diferentes antes de llegar aquí porque aplicaba para alquilar un estudio, pero me decían que mi salario no era suficiente. Tengo un hijo con autismo y le cuesta mucho adaptarse a espacios cerrados. La trabajadora social me aconsejó mirar un centro para personas vulnerables y decidí tocar puertas por mi cuenta. Pedí para entrar aquí y, después de un proceso y una entrevista, me dejaron tener un estudio. En el anterior edificio había muchas quejas porque mi hijo tenía bastantes crisis.

¿Su vida ha cambiado tras el paso por este centro?

Dio un giro de 180 grados. Entré aquí sin nada y sin casi dinero. He tenido la oportunidad de ahorrar y poder estar tranquila. Porque no solo es por el tema económico, sino también estaba en una situación emocional complicada. A veces miran al niño pero no a quien está detrás. He podido estabilizarme y he empezado a trabajar. A pesar de que te puedes quedar un año, yo he decidido irme a los 6 meses porque quiero estar en el mundo, avanzar y tener nuestro espacio.

¿Qué expectativas de futuro tiene ahora?

Estoy muy feliz porque asumo mi responsabilidad. Siempre he sido muy independiente, y ahora puedo volver a tomar las riendas de mi vida. En el centro cumples unas normas. Salir y que mi hijo tenga su propia habitación es lo más bonito que nos podía pasar.

Tiene un hijo con autismo. ¿Estar aquí ha sido beneficioso para él?

Tener a mi hijo ha sido el reto más grande. Nadie nace preparada para ser madre, y aún mucho menos para serlo de un niño con condiciones especiales. Ningún niño con autismo es igual. Existen patrones de conducta, pero cada caso es diferente. Mi hijo no se adapta fácil a los sitios cerrados o en los que hay mucha gente. Él es feliz a su manera, pero tengo que enseñarle a comportarse. La sociedad nos ha cerrado las puertas de una u otra manera. Tenerlo aquí y ver que los monitores se preocupan por él y nos ayudan ha sido muy importante. Hacerle partícipe de las actividades del centro ha hecho que conozca a otras personas y sepa que no le van a hacer daño. No siente un rechazo. Aunque no tenga un lenguaje desarrollado, sí expresa sus emociones.

Cuenta que ha notado una mejoría en su forma de relacionarse con los demás.

Socializa más y quiere jugar con otros niños y niñas. Antes estaba siempre con el móvil y ahora ha visto que hay más juegos. Tiene su espacio y hemos descubierto cosas que antes veíamos pero no sabíamos que le apasionaban. Son niños que se acostumbran a un solo entorno. Poder participar en lo que se hace en este centro nos ha permitido tener un apoyo mucho mayor. Antes teníamos una rutina que era ir del colegio a casa y de casa al colegio. Solo tenía dos amistades. Algunas personas nos rechazaban porque mi hijo era autista.

Si tuviera que contarle su experiencia a otra persona que se encuentra en su misma situación, ¿qué le diría?

El apoyo emocional es fundamental. Muchas familias ven los centros solo como una oportunidad para ahorrar o tener un techo. Pero yo creo que va más allá. Si una persona está estable emocionalmente, podrá lograr más objetivos. Nunca te dejan solo. Tú estás en el centro y ellos giran a tu alrededor para que salgas de aquí siendo una persona totalmente autónoma.

En la presentación del Servei dijo que ‘aquí no te ven como a un inmigrante más’.

Sí, porque cuando voy a mirar para alquilar habitaciones o un piso, siempre me piden mi nacionalidad. Cuando les digo que soy colombiana cambian su actitud. Te excluyen. Aquí no me lo preguntaron en ningún momento. Nos tratan a todos igual, sin hacer distinciones.

¿La convivencia en el centro ha sido buena?

Sí. Todos tenemos un mismo objetivo: salir adelante. Es verdad que cada persona es diferente, pero tratamos de ayudarnos entre nosotros. Tratamos de salir adelante y queremos aportar a la sociedad. Pagamos impuestos y cumplimos con nuestro deber como ciudadanos.

Habla del rechazo por parte de la sociedad al tener un hijo con autismo.

Creo que falta información sobre las familias que tenemos hijos con necesidades especiales. Nos dicen que como tenemos un niño con autismo no queremos trabajar. Yo me siento feliz trabajando porque puedo darle la vida que merece. Mi objetivo es tener una hipoteca, una casa propia y echar raíces. Yo tengo una enfermedad sanguínea y quiero dejarle todo asegurado a mi hijo.

Compartir el artículo

stats