El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma pretende conseguir una ciudad de barrios y pueblos y para la gente. Por ello, se proponen una serie de medidas que fomentan la consecución de esta ciudad policéntrica: la mezcla de usos y la consecución de viviendas asequibles que garanticen los necesarios equilibrios sociales.
Con el fin de que esta mezcla de usos no se convierta en un problema para los vecinos como ha ocurrido en determinados ejes cívicos como del de Fàbrica y, en menor medida, en Blanquerna, el nuevo planeamiento urbanístico extiende a toda la ciudad los denominados planes de uso, que inicialmente estaban pensados para aplicar en los ejes cívicos. De esta forma, en toda la ciudad, en un futuro, solo se permitirá la apertura de un máximo de tres bares, restaurantes o locales de ocio en un radio de 50 metros con el fin de evitar la concentración de estos locales en una determinada calle y las molestias a los vecinos.
El nuevo planeamiento, que se prevé aprobar inicialmente en el pleno del presente mes de octubre con el fin de proseguir su tramitación hasta conseguir, a lo largo del próximo año, su aprobación definitiva, elimina también la posibilidad de urbanizar otras 212 hectáreas desclasificando suelo que en el planeamiento actual es urbanizable, a las que hay que añadir otras 50 hectáreas que ahora conforman los denominados «falsos urbanizables».
De esta forma, se produce un incremento de protección del suelo rústico en las mismas magnitudes al tiempo que se produce una reducción del consumo del territorio en relación al Plan General actualmente en vigor, que data de diciembre de 1998, en 320,54 hectáreas. Entre los suelos urbanizables que se desclasifican y pasan a rústico se incluyen Son Gual, Génova, Puntiró y Son Garcies Vell.
Esta reducción de la superficie urbanizable se corresponde con uno de los cinco ejes que, tal como explicaron ayer tarde el alcalde de Palma, José Hila, y la teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, se basa la nueva propuesta urbanística para los próximos 20 años, consistente en la protección y el uso racional del territorio. Para ello se prioriza la conservación y reconversión de los suelos ya transformados en lugar de consumir más territorio, entre otras medidas.
Casas de protección
En aplicación de las medidas que se proponen para el fomento de la vivienda protegida y asequible, en 2040 se habrá multiplicado por 8 la vivienda social, lo que implica alcanzar el 5,6% de viviendas de estas características, es decir, 11.288. De estas, 47,58% (7.808) serán viviendas protegidas y la mitad (3.831) públicas y de alquiler, mientras que 2.818 se construirán en alojamientos dotacionales. De esta forma se prevé revertir la situación actual con tan solo el 0,89% (1.548) del total son viviendas públicas, pasando en 2040 al 6,05%, cuando la media española es de 1,50%.
El nuevo plan prevé que en 20 años la demanda de viviendas sea de 53.218 unidades, el 51,84% de ellas por emancipación, un 7,62 correspondiente a la demanda actual no satisfecha y el 40,52% restante por el crecimiento real de la población. Se prevé que el 81,04% de la oferta nueva de vivienda se realice en el suelo urbano y el 18,95% en el urbanizable. De esta forma, se contempla que 21.235 nuevas viviendas se construyan en suelo vacío y liberado, 19.611 en suelo urbano vacante, ineficiente o de transformación, 9,554 en suelo urbanizable y 2.818 en alojamientos dotacionales.
La densidad de población media resultante del nuevo Plan General será similar a la actual de 48 habitantes por hectárea. Para el alcalde esta propuesta de nuevo Plan General «representa una gran oportunidad para Palma, porque nos permite diseñar la ciudad de los próximos 20 años». Afirmó asimismo que se ha redactado incorporando «la visión de la sostenibilidad y de la lucha contra el cambio climático». Igualmente, manifestó que «impulsa de forma significativa la apuesta por la vivienda asequible, con medidas valientes porque conocemos las dificultades existentes para encontrar una vivienda en nuestra ciudad».
Por su parte, la teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, Neus Tryol, indicó que «tenemos un plan para la Palma de los próximos 20 años, diseñado para que nos permita afrontar los retos de la triple crisis económica, social y ambiental». Dijo asimismo que «desarrolla un modelo de ciudad verde, inclusiva, sostenible, cuidadora y abierta a la innovación, y con un modelo de barrios y pueblos de proximidad». También intervinieron o en la presentación de la propuesta el gerente de Urbanismo, Joan Riera, y el director general del área, Biel Horrach, así como la responsable técnica de la Oficina del Plan General, Pilar Simón. El Plan se estructura en 22 medidas de acuerdo con la clasificación de cinco ejes y uno básico sobre el uso racional del territorio.
