El Govern prevé hormigonar parte de la playa de Can Pastilla y de Cala Gamba, ocupando el lecho marino para construir nuevas infraestructuras. El Plan General de Puertos 2018-2033 contempla la creación de una marina seca junto al Club Marítimo de San Antonio de la Playa, equivalente al campo del Mallorca, y una rampa de varada y aparcamiento para remolques junto al Club Cala Gamba con una superficie equivalente a 10 pistas de tenis.
Las comparaciones las ha calculado el Cercle Mallorquí de Negocis, que ha alegado contra este plan general y pide su retirada completa por considerar que «va en contra de toda la estrategia marítima internacional e incluso en contra de las líneas estratégicas del Govern», afirma Bartomeu Rosselló Boeres, presidente de esta entidad. Esta semana, el Plan General de Puertos de Balears ha superado el periodo de exposición pública y de presentación de alegaciones.
La propuesta del Govern para Sant Antoni de la Platja, con una gran extensión de arena, es la de crear un varadero con rampa para remolques de 7.391 metros cuadrados. «Se trataría de una edificación de altura bajo rasante de la calle que permitiría el uso de marina seca y aparcamiento en la parte inferior y de uso público en la parte superior del mismo como zona ajardinada», indica la documentación de Ports IB.
El Estudio Ambiental Estratégico que acompaña al Plan de Puertos considera que «el impacto paisajístico de esta infraestructura náutica en la zona de Cala Estancia sería «medio» pero sin ningún riesgo natural significativo, al tratarse de un entorno urbanizado.
En opinión de Rosselló Boeres, el estudio de impacto ambiental «es nulo, una tomadura de pelo». «El Plan de Puerto lo único que hace es masificar el mar, hormigonando espacios marinos, cosa nunca vista, es un proceso de balearización del mar», denuncia este ingeniero técnico industrial. La entidad que preside colabora con el programa de Naciones Unidas para la preservación del Mediterráneo y Rosselló asegura que, con estos proyectos, el Govern va en la dirección opuesta. No solo eso, considera que «están provocando una centrificación de la marina seca tradicional en Mallorca, pasando a esloras más rendibles».
El otro proyecto que afecta al litoral palmesano es la construcción de un aparcamiento y rampa de varada en Cala Gamba, de 2.224 metros cuadrados. Según el Plan de Puertos, la obra se realizará a lo largo del dique, junto al Club Náutico, que recientemente ha impulsado su ecomuseo marítimo para preservar la memoria y el entorno de Cala Gamba.
El proyecto de Ports «supone una ocupación del litoral y en concreto del lecho marino. Por este motivo se estima un valor de impacto alto», en cuanto al paisaje y patrimonio cultural, destaca el análisis ambiental de esta actuación. Pero por otra parte, al no considerarse esta cala como una zona de baño, el impacto en cuanto a los usos actuales es «nulo», según el Govern.
La opinión del Cercle Mallorquí de Negocis es totalmente diferente. «Esto es la muerte de la cala», afirmó ayer Bartomeu Rosselló, quien remarcó que la rampa de varada se proyecta donde se halla «el único canal de paso con calado para acceder a la bocana del puerto» y que la plataforma para remolques también se prevé en el lugar donde se acumula la posidonia.
En resumen, Rosselló Boeres denuncia que el Plan General de Puertos «plantea una acción irreversible».
