La transformación de la atención a la salud mental era «una de las asignaturas pendientes» y con la reforma del antiguo hospital Psiquiátrico, con una inversión de diez millones de euros, se va a lograr «desestigmatizar» a la población que padece estas enfermedades, declaró ayer la presidenta Francina Armengol durante su visita a las obras que se llevan a cabo. Además, se derribarán los muros que rodean el recinto, que pasa a llamarse Parc Sanitari Bons Aires, de manera que se abrirá a la ciudad, confluyendo en un gran espacio verde con la cercanía del parque de sa Riera.

Como parte de la reconversión que se está acometiendo en la atención de la salud mental — «con un cambio radical» que se lleva a cabo dentro del plan estratégico 2016-2022—, Armengol subrayó que el objetivo es que los ingresos no sean de larga duración, para que cada paciente pueda seguir viviendo en su entorno y haciendo uso de los servicios comunitarios. En este sentido, destacó que desde 2015 las estancias de más de medio año en el hospital Psiquiátrico se han reducido en un 64%, pasando de 130 a 44 personas en esa situación; solo doce pacientes superan los cinco años de ingreso.

Hasta ahora se han invertido cuatro millones de euros y en septiembre está previsto licitar una nueva fase, que se ejecutará en 18 meses, con un presupuesto de otros seis millones que incluye, entre otras actuaciones, abrir el recinto eliminando los muros que dan a la calle para conectarlo con el parque de sa Riera y que sea «un espacio abierto a la ciudad», explicó la presidenta.

La remodelación del Psiquiátrico ha incluido la reforma integral de los edificios de las unidades de larga estancia (Alfàbia) de mediana estancia (Lluerna), las instalaciones de climatización de la Unidad del Psicogeriátrico y la rehabilitación de fachada, la estructura y la cubierta del club social.

El nuevo parque sanitario incluirá el nuevo centro de salud Bons Aires y un nuevo Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), que se licitarán en total con otros diez ambulatorios.