El Ayuntamiento de Palma ha decretado este jueves medidas cautelares con las que prohíbe de manera inmediata todos los usos en los dos edificios de s’Escorxador que este miércoles tuvieron que ser desalojados por peligro de derrumbe y ha ordenado que se apuntalen en un plazo máximo de siete días para garantizar la seguridad estructural. Esta mañana, los técnicos municipales, junto con el técnico designado por las comunidades, han revisado conjuntamente el estado de los edificios de las calles Andreu Feliu y Francesc Molina para agilizar las tareas de apuntalamiento y han constatado que el primero es el que está en peor estado, según han confirmado fuentes municipales.

En estas medidas cautelares, Modelo de Ciudad exige que en un plazo de 3 meses se presente un informe técnico donde se revise la seguridad estructural de los dos edificios y, también, se asegure el estanqueidad de la red de saneamiento.

El desalojo del inmueble se produjo después de una inspección por parte de los técnicos municipales del Servicio de Protección de la Edificación en los locales de la planta baja de los dos edificios, donde constataron el mal estado de la estructura de hormigón, ha informado el Ayuntamiento en una nota. Acto seguido, se procedió de manera inmediata a desalojar y precintar el edificio. Esta medida ha afectado a 35 viviendas (19 en el edificio de la calle Andreu Feliu y 16 en Francesc Molina) y, también, a las actividades que se llevan a cabo en los locales de la planta baja.

Durante toda la jornada de ayer, efectivos de la Policía Local, del Cuerpo de Bomberos y trabajadores sociales colaboraron en el desalojo y asistieron a los vecinos afectados. Cort ha informado que por parte del área de Bienestar Social se atendió a 12 familias y se ofrecieron varias alternativas de alojamiento para aquellas familias que lo necesitaran. En concreto, se atendió a seis unidades familiares (11 adultos y 3 menores) del edificio de Andreu Feliu, que manifestaron que disponían de alternativa habitacional. En el caso del edificio de Francesc Molina, se atendieron a seis unidades familiares y, en este caso, dos adultos fueron derivados al centro de acogida temporal (CRAT). El resto de vecinos afectados fueron a segundas residencias, a casas de familiares o a alojamientos proporcionados por la cobertura de su seguro. En todo caso, se ha puesto a disposición de las comunidades el contacto de los servicios municipales por si los necesitan.