El nuevo sistema de iluminación exterior de la Catedral mediante la tecnología LED se ha utilizado ya en numerosos monumentos tanto nacionales como internacionales.
Entre los primeros se encuentra el palacio de Telecomunicaciones de Madrid, la Real Casa de Correos o los exteriores del Wanda Metropolitano, también de Madrid.
En Toledo se ha aplicado este mismo sistema a la fachada del Ayuntamiento, la catedral de Santa María, el edificio de las Cortes de Castilla la Mancha o la puerta de Alcántara, entre otros, mientras que en Badajoz se ha iluminado el Puente Real, la Plaza Alta, la Fuente de la Constitución o las Torres de Urbancenter, en Murcia.
Entre los monumentos internacionales iluminados con el sistema LED, que permite un ahorro energético de hasta el 80% en relación a la tecnología actualmente utilizada, están el Puente de la Torre de Londres, el Coliseo romano, el Acueducto de Rua Diogo (Oporto, Portugal), el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe (Zamora, México) y Notre Dame de París, por citar los más emblemáticos.
En Palma también ya se cuenta con un proyecto ejecutado por la misma empresa que va a realizar el de la Catedral (Palmallum). Se trata de la iluminación del Castillo de Bellver, instalada al principio del actual mandato.
La necesidad del cambio de la instalación de la iluminación exterior de la Catedral se debe a que el actual sistema es «obsoleto», tanto desde los aspectos técnicos como de diseño, tal como se detalla en la memoria del proyecto elaborado por un equipo redactor interdisciplinario en el que han participado técnicos del ayuntamiento de Palma, de la empresa adjudicataria del mantenimiento de la iluminación pública (Palmallum), la empresa Philips, NB Arquitectes y un equipo de arqueólogos, todos ellos coordinados por el arquitecto Ignacio Salas.
La obsolescencia del actual sistema se plasma en el deficiente rendimiento de las fuentes luminosas, lo que provoca que, en función de las distintas superficies iluminadas, aparezcan tonos amarillos o verdosos. Además, los focos actualmente instalados se encuentran en edificios que no son propiedad de la Catedral o espacios municipales.
Asimismo, las redes del cableado discurren a la vista y los materiales de los armarios de las instalaciones eléctricas se consideran poco apropiados para un monumento patrimonial como es la Catedral.
El proyecto finalmente aprobado por el ayuntamiento de Palma tiene un coste de 2,2 millones, 900.000 de los cuales son aportados por la empresa del mantenimiento del alumbrado público, que presentó este proyecto como una «mejora» a su oferta.
La instalación actual es obsoleta tanto desde el punto de vista técnico como de diseño y es preciso cambiarlo
La propuesta original ha sufrido modificaciones a su paso por la comisión del Patrimonio del Consell de Mallorca y de la comisión del Centro Histórico del consistorio de Palma que han consistido, básicamente, en la supresión de los báculos exteriores que debían soportar los focos en la plaza de la Almoina y frente al palacio de la Almudaina, y su sustitución por estructuras que simulan el diseño de las farolas actuales, aunque de entre seis y siete metros de altura.
Asimismo, a petición de la Seu, se procederá a la recuperación de la denominada «acera sacra», que rodeaba el monumento y que fue suprimida con la ejecución de la sustitución del pavimento realizado por el ayuntamiento de Palma hace dos décadas.
Pese a los cambios, la asociación proteccionista Arca no está conforme con el proyecto y rechaza tanto el diseño de los nuevos báculos (tampoco estaba de acuerdo con los de la propuesta inicial), ni con el hecho de que solo se ilumine una fachada del palacio de la Almudaina y se deje fuera el resto del edificio que, junto con la Catedral y el Palacio Episcopal, consideran que configuran un elemento patrimonial que se debería tratar conjuntamente.
