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Los supermercados de barrio ganan espacio en el centro de Palma

Numerosos locales han cambiado su uso y ahora acogen tiendas donde hacer la compra, ampliando la oferta u El modelo de tienda de toda la vida compite con el comercio ‘online’

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Los supermercados de barrio ganan espacio en el centro de Palma Montse Terrasa

En Pas d’en Quint, donde antes había una tienda de ropa de casa, hoy hay un pequeño supermercado. La oferta comercial se ha incrementado, no ahora, sino ya antes de la pandemia, y continúa haciéndolo.

Según el Balance de la distribución y el gran consumo 2020, presentado por la consultoría Kantar, «los hogares quieren ir a la tienda de toda la vida sin dejar de aprovechar todas las ventajas del mundo digital».

«No solo está cambiando el modelo de tiendas, sino el de ciudad. En todo el mundo, la gente vuelve a comprar por el centro, en su barrio», opina Toni Gayà, presidente de Afedeco, la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Balears.

Además de generar movimiento en el centro, algunas de las empresas que abren supermercados de barrio también dan salida al producto local, destaca Gayà. Es el caso de Agromart, que recientemente ha abierto una nueva tienda en las avenidas, frente a la plaza del Tubo, y que se suma a otras repartidas por el municipio.

Comprar en tiendas de proximidad implica pensar mejor la lista y, al contrario de lo que puede pasar si se compra online y nos piden un desembolso mínimo, se adquiere solo lo necesario, apunta Gayà.

En esto está de acuerdo Lluís Clar, presidente de la asociación de vecinos de La Seu, que después de años con una oferta de supermercados limitada en el centro, considera una «maravilla» la proliferación de pequeños supermercados. «Suelen tener un horario más amplio que cualquier otro comercio y te da tiempo a ir a comprar después del trabajo», asegura.

La oferta de estos establecimientos no se ajusta a lo que quieren todos los residentes. Es el caso de Rosa Deyà, vecina de Banc de s’Oli, y de su familia. Por el tipo de producto y por el precio, Deyà considera que son establecimientos pensados más en el cliente ocasional, el turista, aquellas personas que solo pasan una temporada en el barrio. «¿Habría tantos súpers si no hubiera turismo?», plantea esta residente en el centro.

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