El área de Modelo de Ciudad achaca al «colapso» del departamento de obras debido a la «situación en la cual se encuentran en relación a los recursos materiales y personales que el Ayuntamiento proporciona» el hecho de que en los últimos meses no se haya podido reducir el tiempo para la concesión de una licencia urbanística, como era su intención.
Si bien «el compromiso adquirido» por la concejalía en relación a la reducción de los tiempos de tramitación y «el ritmo de trabajo ininterrumpido» han podido garantizar la continuidad en la tramitación de licencias, tal como se detalla en un informe elaborado por este departamento, «no se han podido mejorar los tiempos de concesión».
En la actualidad, el plazo para el otorgamiento de una licencia urbanística se sitúa en los siete meses de media (cuando la ley establece que se debe conceder en tres), que son atribuibles a la tramitación administrativa del área. No obstante, cuando la concesión del permiso de obra requiere de un informe de otras administraciones, «el tiempo mínimo sube a ocho meses y, en los casos más extremos, puede ser de doce».
La situación puede agravarse si el proyecto presentado por el promotor o el particular adolece de alguna deficiencia o se debe estar a la espera de un informe de otras administraciones. En este caso, a la media atribuible al tiempo de tramitación del área se deben sumar otros cuatro meses de espera. Este tiempo de tramitación mientras se está a la espera, por ejemplo, de informes de Recursos Hídricos, AESA o si el proyecto necesita una dotación de servicios o de una licencia de agrupación que tramita el departamento de Gestión y Planeamiento urbanístico, repercute en el total del tiempo de espera, «aunque no es imputable directamente al departamento de Obras».
Se afirma en el informe elaborado por los responsables de este último departamento que durante los meses de estado de alarma tanto este como los que tramitan licencias de actividades o expedientes de disciplina urbanística, «no han parado su actividad y han seguido informando y emitiendo notificaciones», al mismo tiempo que el consejo de Gerencia de Urbanismo también la ha mantenido, reuniéndose, de forma telemática, una vez cada quince días en lugar de semanalmente como se hacía antes de la pandemia.
Se afirma asimismo en el informe, que detrás del tiempo de tramitación no están solo las cuestiones «tantas veces tratadas como las sectoriales, la normativa desfasada, contradictoria y compleja y los propios incumplimientos de los proyectos presentados, «también está la situación en la que nos encontramos respecto a los recursos materiales y personales que el Ayuntamiento proporciona a los departamentos, que se encuentran colapsados».
Asimismo, en los últimos meses, pese a la implantación de un nuevo registro electrónico, el proceso de integración con las aplicaciones informáticas propias del Ayuntamiento ha supuesto un tiempo superior en cuanto al registro de las entradas internas al departamento.
Presentadas la mitad de peticiones en los cinco primeros meses del año
Si se comparan las solicitudes de licencias de obra recibidas en el departamento correspondiente de Modelo de Ciudad a lo largo de todo 2020 con las presentadas en los primeros cinco meses del presente año, se comprueba que, hasta mayo, ya se han presentado prácticamente la mitad de las peticiones el año pasado. Si esta comparativa se centra el las solicitudes de obra mayor concedidas las cifras también son similares, según se desprende los datos proporcionados por Modelo de Ciudad. En concreto, en todo 2020 se concedieron 663 licencias urbanísticas y hasta mayo ya se habían otorgado 247. Se trata de unas cifras que, en opinión del departamento de Obras, «muestran el gran volumen y el alto ritmo de trabajo, ya que la tendencia de licencias anuales concedidas se ha mantenido en estos términos».
Por lo que respecta al número de declaraciones responsables presentadas hasta mayo ha sido de 71, mientras que a lo largo del año pasado se presentaron 102.
Cabe señalar que la entrada en vigor del decreto 8/2020 en julio del año pasado permitió que las licencias de obra mayor se pudieran tramitar como declaración responsable con el fin de agilizar la concesión de los permisos debido a la paralización administrativa provocada por la covid-19. Este mismo decreto permite que las comunicaciones previas de escasa importancia no necesiten ningún tipo de tramitación. Las comunicaciones previas permiten que numerosas obras se puedan iniciar con celeridad sin que sea preciso la obtención de licencia. Por ejemplo, en Palma, en 2020, se presentaron un total de 9.956 proyectos de obra. El 84% fueron comunicaciones previas y solo 767 precisaron de licencia.
