Agentes de la Policía Local de Palma impusieron cuatro sanciones a un hombre que celebraba una fiesta en su domicilio de la calle Joaquín Sorolla la semana pasada, y que se negó a bajar la música, e insultó desde el balcón tanto a los agentes como a un vecino que se había quejado de las molestias que le generaba.

El incidente comenzó sobre las once de la noche del pasado jueves, cuando la central del 092 recibió quejas sobre una fiesta en un domicilio de la calle Joaquín Sorolla, con la música muy alta. Una patrulla acudió al lugar, se entrevistó con el dueño de la casa y le pidió que bajara el volumen. El hombre se mostró desafiante ante los policías y se negó a bajar la música si no realizaban una medición de sonometría.

Los agentes le identificaron. Se trataba de un hombre de 45 años, al que le impusieron sanciones por las molestias a los vecinos y por desobediencia. Cuando se marchaban, el hombre salió al balcón y les insultó a gritos: "¡Putos maricones!". Le impusieron una nueva denuncia por menosprecio a los agentes de la autoridad. Y mientras los policías estaban hablando con uno de los vecinos que se había quejado, el hombre volvió a salir al balcón y le insultó también a gritos: "¡Maricón de mierda!". Otra denuncia más.

La Policía tuvo que enviar otra patrulla al domicilio veinte minutos después. Los vecinos se quejaron de que seguía con la música a todo volumen y gritando insultos desde el balcón.