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El plan Palma Camina cosecha más críticas y advertencias de entidades y partidos

La Federación de Veïns reclama una «mejora del transporte público» y, al igual que ARCA, alerta de las consecuencias de ampliar la ORA para otros barrios

Los no residentes podrán circular, pero no aparcar en las calles del centro de Palma. Manu Mielniezuk

El plan Palma Camina, que presentó el pasado jueves el Ayuntamiento y que supondrá que los no residentes en el centro no puedan aparcar en las calles enmarcadas por las avenidas, cosechó ayer más críticas, tanto de partidos políticos como de entidades ciudadanas. La Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma apoya el conjunto de medidas, pero reclama una mejora del transporte público y alerta, al igual que hace ARCA, de las posibles consecuencias de la ampliación de la ORA en otros barrios donde no haya zona azul.

El pasado jueves, el Ayuntamiento anunció que solo los residentes podrán aparcar en las calles incluidas en el interior del arco de las Avenidas y que ampliaba la zona ORA en Pere Garau, es Fortí, plaza de Toros, Foners, Camp d’en Serralta, Santa Catalina, Bons Aires, Son Armadams, Son Canals y el Camp Redó.

La patronal del pequeño y mediano comercio Pimeco declaró ayer estar «totalmente en contra» de este plan del Ayuntamiento. El presidente de esta organización empresarial, Toni Fuster, criticó que Cort esté haciendo que Palma sea «totalmente inaccesible con la excusa de la sostenibilidad». También echó en falta «una buena alternativa» para facilitar el acceso de los consumidores al centro.

También desde Afedeco se lanzaron críticas a Palma Camina. Su presidente, Antoni Gayà, cuestionó la legalidad de la medida, en declaraciones a Canal 4 Ràdio, y dijo estar dispuesto a llegar a los tribunales para rechazar el plan, que en su opinión favorece a los centros comerciales.

De los partidos de la oposición, PP y Vox también han manifestado su rechazo a las nuevas restricciones, al igual que El Pi Palma.

Maribel Alcázar, presidenta de la Federació d’Associacions de Veïns de Palma, consideró que los cambios anunciados son acordes a la evolución de las ciudades. Dicho esto, también reclamó una «mejora del transporte público» y una conexión entre barrios que no obligue a ir hasta el centro de la ciudad.

Por otra parte, pidió que las nuevas restricciones no conviertan el centro de Palma «en una gran terraza», al servicio de la restauración y del turismo. «Sí a Palma Camina, pero para que el centro sea habitable, no un lugar de negocio y de consumo».

Por último, mostró su preocupación por que la extensión de la ORA suponga una mayor presión en otros barrios.

Esa preocupación también la manifestó Àngels Fermoselle, portavoz de ARCA, la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics. «Cuidado que con la ampliación de la ORA no se produzca mucha más presión en los barrios que ahora no tendrán esta ampliación», advirtió .

«Tenemos que favorecer que la gente que viva allí, viva tranquila, pero también favorecer que la gente del resto de Mallorca, si quiere acercarse al centro, que tenga la posibilidad de hacerlo y, sobre todo, que el comercio, que es un elemento que articula la ciudad, sea favorecido por estas medidas», reclamó.

Otra entidad, Vianants en Lluita, ya manifestó el mismo día que se dio a conocer Palma Camina su satisfacción por este plan y dijo estar «en estado de shock» por una «buena noticia».

Restauradores y ciudadanos exigen un proceso participativo

Pimem Restauración reclamó ayer al ayuntamiento de Palma «más comunicación y colaboración» sobre estos cambios y poder sentarse para estudiar medidas complementarias.

También ARCA, que consideró que «la reducción del tránsito es una realidad desde hace muchos años, ya que no hay facilidades», reclamó «un proceso participativo suficientemente amplio», con el que realmente se escuche a los comerciantes y a los vecinos.

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