El ayuntamiento de Palma aconseja no poner la lavadora por las noches con el fin de no molestar a los vecinos. La medida está recogida en una guía para la convivencia editada en 2009 por Cort y que el Pacto de Progreso reeditó y difundió ampliamente en 2015 justo después de conseguir volver a la alcaldía después de la pérdida de la mayoría absoluta del PP de Mateo Isern.
Este «consejo», que también recoge la ordenanza municipal antiruidos, aunque estableciendo posibles sanciones en el caso de que se superen los niveles de ruido permitido, va en la dirección contraria a la recomendación que se realiza desde el Gobierno y asociaciones de consumidores de que se utilicen los electrodomésticos de más consumo, entre ellos la lavadora, en horario nocturno con el fin de reducir la factura eléctrica.
En la guía de Cort se indica que una de las mayores molestias para una buena convivencia en las comunidades es el ruido que generan los vecinos, principalmente por la noche, cuando la mayoría descansa. En concreto, se indica que «entre las 22.00 horas y las 8.00 horas hay que evitar hacer ruidos de cualquier tipo», entre ellos «hacer ruido con los pies, instrumentos musicales u otros aparatos, como la televisión, radio o cadena de música; los de determinados electrodomésticos, como la aspiradora o lavadora; y trasladar muebles y hacer reparaciones domésticas o bricolaje».
El documento, que fue reeditado por la entonces concejalía de Derechos Cívicos de Cort, destaca asimismo que en este horario nocturno está prohibido también «cantar, gritar, hablar fuerte o saltar» y recuerda que los propietarios de animales domésticos tienen la obligación de adoptar las precauciones necesarias para que los ruidos que producen no ocasionen molestias al vecindario», al tiempo que añade que «también se deben evitar los ruidos demasiado altos a cualquier hora del día».
Asimismo recuerda que hay conductas incívicas que no solo causan molestias a la comunidad de vecinos, sino que también afectan a las personas que están en la vía pública o en las inmediaciones del edificio.
Por ello se indica que, por ejemplo, se debe evitar tender la ropa excesivamente mojada o regar las plantas a horas no permitidas.
Multas de hasta 600 euros si se supera el nivel de ruido permitido
Las conductas que se describen en el folleto con el que se pretende favorecer la convivencia vecinal tienen su traducción en la ordenanza municipal reguladora del ruido y las vibraciones, modificada en 2013. En el caso de que el nivel de ruido generado en una vivienda por la puesta en funcionamiento de un electrodoméstico o cualquier otra fuente sonora incluida la voz humana supere el nivel de ruido permitido que, a partir de las 23.00 horas es de 30 decibelios en el interior de la vivienda y de 25 en el de un dormitorio, se considera como una falta leve. Esta conducta puede ser multada con una sanción de hasta 600 euros cuando el comportamiento es evaluado por un Policía Local. Se toleran niveles muy bajos, puesto que es el percibido por el generado por las hojas con viento poco intenso o el de una conversación en una biblioteca.
