Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Esplendor en la Petrolera

El edificio, que formaba parte de la refinería de Manuel Salas, cumple 140 años

El edificio de la Petrolera cumple 140 años

El edificio de la Petrolera cumple 140 años M. A. Ponce

Para ver este vídeo suscríbete a Diario de Mallorca o inicia sesión si ya eres suscriptor.

El edificio de la Petrolera cumple 140 años Maria López

El edificio de la Petrolera es uno de los vestigios del pasado industrial del Molinar. Situado frente al Club Náutico del Portitxol alberga desde 2010 el Aula de la Mar y el Centro de Recursos de Educación Ambiental, CREAIB, ambos dependientes de la conselleria de Medio Ambiente. Desde 2018 también acoge la Biblioteca Municipal de la barriada gracias a un convenio suscrito entre el ayuntamiento de Palma y el Govern.

De estilo neoclásico y planta cuadrangular, el edificio, ubicado en un entorno privilegiado, soportaba frecuentes actos vandálicos y sufría la degradación y el abandono hasta que se iniciaron las obras de rehabilitación en el año 2009. En el 140 aniversario de su construcción, la realidad de este espacio es muy diferente y la que fuera sede de una de las primeras refinerías de petróleo de España recibe el trasiego continuo de estudiantes, lectores, alumnos de secundaria o del CEIP es Molinar, que lo visitan con asiduidad.

Para Sebastià Pou, jefe de servicio de educación ambiental de la dirección general de Residuos y Educación Ambiental, está claro que la colaboración entre el Aula de la Mar y la Biblioteca del Molinar ha sido positiva para ambas partes: «La participación en los talleres no ha aumentado porque siempre los hemos tenido al máximo, pero sí las visitas a la sala de exposiciones y las consultas al CREAIB gracias a que hemos podido ampliar el horario». Pou también destaca el trabajo que realiza el personal de la biblioteca: «Son dinamizadores culturales, son muy dinámicos. Los sábados por la mañana se hacen actividades orientadas a niños y jóvenes. De la sinergia creada nos beneficiamos todos». Comenta Pou que «a nivel de biblioteca la Conselleria aporta un técnico en medio ambiente para la elaboración de recursos didácticos y la adquisición de documentación».

11

El edificio de la Petrolera cumple 140 años M. A. Ponce

Según explica Pou, el equipamiento está gestionado por la Conselleria gracias al convenio firmado en 2005 entre Govern y Ayuntamiento. En 2009 comenzaron las obras de rehabilitación que finalizaron en 2010. El Aula del Mar cuenta con una sala de exposiciones en la que, de un lado se explica la historia del edificio que albergó las oficinas de la refinería de Manuel Salas. Allí se fabricaba queroseno, aceites minerales, abonos químicos y jabón. El complejo fabril, ubicado junto al torrente de na Bàrbara, incluía un conjunto de unas 40 viviendas destinadas a los trabajadores de las que todavía hoy quedan algunas en pie. Otra parte de la exposición está dedicada al Mediterráneo y es la primera parada de las visitas escolares. Pou menciona que esta sala también acoge exposiciones temporales «relacionadas con el medio ambiente o con el Molinar, ya que estamos abiertos a dinamizar la barriada; nuestro objetivo es que las puertas estén abiertas».

Tras años de abandono, el edificio fue restaurado en 2009. El Aula de la Mar se inauguró en 2010

decoration

La ubicación de la Biblioteca del Molinar en el edificio de la Petrolera ha significado también una mejora ya que se ha convertido en la segunda de Palma en número de préstamos. Entre 1985 y 2017, ocupó un pequeño local de una única sala en la calle Xadó y durante esos años, gracias a la proximidad con el CEIP es Molinar, se realizó una fructífera labor conjunta de fomento de la lectura entre los alumnos de la barriada. Su ubicación en la Petrolera ha permitido diversificar y ampliar su oferta, y mantener este contacto con la escuela si bien es cierto que las visitas no son tan frecuentes. El espacio cuenta con una sala de estudio, muy demandada, la sala de préstamo, un rincón de lectura de prensa y una zona infantil con acceso directo a la gran terraza frente al Club Náutico del Portitxol, además del espacio que acoge el CREAIB. «Gestionamos el fondo general de la biblioteca y el del CREAIB, especializado en medio ambiente y educación ambiental. Nuestro objetivo es mantener la rigurosidad, hacerlo más divulgativo y mantener su identidad», explica Neus Aguilera, responsable de la biblioteca. Aprovechando la colaboración entre ambas instituciones, la documentalista apunta que los sábados por la mañana se organizan cuenta cuentos de temática medioambiental. Asimismo, remarca que la oferta cultural ha aumentado con presentaciones de libros, talleres de escritura creativa o un club de lectura que pronto tomará la biblioteca como sede. También está previsto que recale una de las actuaciones del Festival de Teresetes, El follet groguet, el próximo 28 de mayo. La biblioteca hace uso del parque en el que está ubicado el edificio, pudiendo de este modo aumentar el aforo de algunas de sus actividades. «Cada mes montamos un rincón bibliográfico con una selección temática de libros. El último estuvo dedicado al jazz y el próximo se centrará en la biodiversidad urbana en colaboración con la biblioteca estatal de Can Sales y el Imedea», apunta. Aguilera cree que en estos años el servicio se ha dado a conocer y ha llegado a más usuarios, algunos de fuera del barrio. Aunque la mayoría de los préstamos que se realizan son de libros de narrativa de ficción, Aguilera reconoce que la temática medioambiental «está en primera línea y la gente busca información».

La Petrolera albergaba las oficinas de la refinería de Manuel Salas, una de las primeras de España

decoration

El Aula de la Mar lleva a cabo tres talleres diferentes: uno sobre posidonia, otro de restos de llegada y un tercero sobre plancton. Durante el curso, las escuelas copan la oferta, pero también acuden otros colectivos como grupos de esplai o de la tercera edad. Desde hace más de 20 años Bel Oliver se dedica a la educación ambiental, primero en s’Arenal y después en la Petrolera. Su objetivo es que las personas que pasen por el Aula conozcan y amen el mar y «que se vayan con sensaciones positivas». Las visitas se estructuran de la siguiente manera: primero se recibe a los participantes que visitan la sala de exposiciones y ven un documental relacionado por la actividad. Después van por espacio de una hora a la playa para recoger el material que después analizarán y observarán en la sala de microscopios. Sin embargo, las medidas sanitarias de la covid-19 has trastocado un poco este esquema. «Conocen la problemática, ven los residuos que llegan al torrente, las aguas del puerto, los restos de contaminación... Son los alumnos los que hacen sus propias deducciones», explica Oliver mientras prepara el material que verán los estudiantes de primero de ESO en el microscopio: arena, algas, pequeños invertebrados. Al final de la actividad, podrán hacer lo que más les gusta: tocar estrellas de mar, caracolas o pepinos de mar. Aunque los chavales muestran interés, Bel Oliver ha detectado que «antes, muchos niños salían a pescar con sus abuelos y sabían lo que era un esparrall o una saupa. Hoy día, todo esto se ha perdido», lamenta la educadora.

Fiel a la máxima de que «amas lo que conoces», Sebastià Sansó, director general de Residuos y Educación Ambiental, destaca la importancia del Aula del Mar, su labor educativa y su fondo documental. Valora el acuerdo alcanzado con el Consistorio con el que «se han optimizado los recursos de ambos por el bien público y social», y augura que el entendimiento continuará en el futuro.

El complejo de la refinería de Manuel Salas, con el edificio de oficinas, viviendas y fábrica. Facebook: Es Molinar i voltants

Compartir el artículo

stats