Los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) presentes en el aire de Palma se han prácticamente duplicado en relación a los medidos el año pasado durante el estado de alarma. Este contaminante es liberado por los tubos de escape de los vehículos en los procesos de combustión del carbón, petróleo o gas natural, por lo que su presencia constituye un indicador de la contaminación del aire provocada por el tráfico rodado que, en Palma, es la principal causa.
Si en la primera quincena de marzo del pasado año, según los datos proporcionados por la conselleria de Transición Energética, las mediciones de NO2 en la estación fija de Foners de Palma fueron de media de 26,6 microgramos de este contaminante por metro cúbico de aire, durante el estado de alarma, coincidiendo también con la drástica disminución del tráfico rodado, los niveles de este gas registrados en esta misma estación fueron de 12,1 microgramos por metro cúbico, lo que supone un descenso del 54,5% en relación a la situación anterior.
Este decrecimiento supuso que en este período de tiempo y para este compuesto el aire de la ciudad fuera calificado como de «excelente» en lugar de «regular» que tenía hasta entonces, puesto que no superaba el tope de 13 microgramos por metro cúbico.
La anterior situación, no obstante, apenas duro unos meses, puesto que en el período comprendido entre el 22 de junio y el 8 de julio del año pasado el promedio de NO2 fue de 18,4 microgramos por metro cúbico, lo que supone un incremento del 52% en relación a la medición obtenida durante el estado de alarma. Con estos niveles de NO2 la calificación del aire para este componente pasó a ser «buena», una situación que se mantuvo hasta finales de año puesto que no se superaba el nivel de 27 microgramos por metro cúbico.
De hecho, según la estadística de calidad del aire que acaba de publicar la conselleria de Transición Energética con el resumen de las mediciones realizadas a lo largo de todo el año pasado, la concentración de NO2 registrado en la estación de Foners por metro cúbico fue de 24 microgramos, lo que supone que para este componente la calificación del aire sigue siendo «buena». El promedio obtenido a lo largo de 2019 fue de 32 microgramos por metro cúbico, lo que representa un 25% más elevado que el obtenido en 2020. Si solo se tiene en cuenta este compuesto, se comprueba que en 2010 y 2011 se superó el límite establecido de 40 microgramos por metro cúbico de aire, puesto que se registraron en ambos ejercicios 42, siendo la calificación del aire de «mala». Entre 2012 y 2015 el promedio bajó a 37 microgramos por metro cubico, pasando a una calificación de «regular», en 2015 subió nuevamente hasta los 89 microgramos por metro cúbico, manteniendo la calificación de «regular» por no superar la cifra de 40 para este compuesto. Además de NO2 también se miden los niveles de óxidos de azufre, Ozono y partículas en suspensión PM10 y PM2,5, entre otros.
