Los relojeros Biel y Antoni Julià han cumplido con los plazos previstos para la puesta a punto de En Figuera, el reloj que da las horas desde la fachada de Cort, con su maquinaria actual desde 1863 y, desde principios del mes de mayo, las manecillas de la maquinaria vuelven a moverse. Los relojeros de Felanitx, que se encargan desde principios de año del mantenimiento de En Figuera y de los demás relojes de cuerda de propiedad municipal, lo desmontaron pieza a pieza a partir de mediados del pasado mes de abril, para proceder a la sustitución de las más desgastadas y a la reparación de otras. Se trata de la reparación más importante a la que ha sido sometido En Figuera en los últimos 57 años, cuando el anterior relojero municipal Fernando Fernández, en 1964, procedió a su restauración y posterior electrificación. Desde 2005, Pere Caminals, de la Relojería Española, cogió el testigo de Fernando Fernández, y retomó la tradición de su familia haciéndose cargo del mantenimiento de En Figuera. Un trabajo que ha realizado interrumpidamente en los últimos quince años, hasta el pasado 31 de diciembre. Precisamente ayer Caminals fue recibido en audiencia por el alcalde, José Hila, y por el teniente de alcalde de Participación Ciudadana y Gobierno Interior, Alberto Jarabo, con el fin de agradecerle el trabajo realizado en estos quince años.
Informes a medida una vez tomada la decisión de peatonalizar Nuredduna
El concejal de Movilidad y presidente de la EMT, Francesc Dalmau, ha justificado que no se haga caso a los informes de los técnicos de la EMT, que aconsejan el mantenimiento de las líneas a su paso por Nuredduna, porque se trata de un texto preliminar redactado cuando aún no se había tomado en firme la decisión de la peatonalización total de la calle. Afirma que con posterioridad se ha hecho otro que propone soluciones de movilidad con la peatonalización total.
