Sillas de bar, ventiladores que hoy se podrían considerar vintage, mesitas de noche, armarios, platos, copas, vasos, lámparas y fotos antiguas del Hostal Términus, entre otras muchas cosas, se pondrán a la venta cada sábado de este mes en un mercadillo junto a este edificio. El dinero que se recaude con los donativos se destinará a la conservación del patrimonio y a campañas de concienciación.
«Son cosas muy sencillas, muy humildes , porque el hostal era de categoría sencilla y el tipo de usuario no tenía un nivel de hotel de cuatro estrellas. El mobiliario estaba en consonancia con esto», explica Àngels Fermoselle, portavoz de ARCA, la Associació per a la Revitalització de Centres Antics, que se ha encargado de seleccionar todo lo que quedaba en el interior del edificio de la plaza España, propiedad de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM).
El Hostal Términus, declarado Bien Catalogado y a la espera de una reforma, fue diseñado por Eusebi Estada en la estación de Palma. Ofreció hospedaje entre 1914 y 2018. Cerrado desde entonces, se ha convertido en foco de grafiteros.
«Es una lástima que todo esto se pierda y sería gracioso que la gente pudiera quedarse con un recuerdo y, de camino, los donativos que se den a cambio de ese recuerdo nos servirán para hacer campañas de concienciación del patrimonio. Y es una manera de dar una segunda vida a estas cosas más sencillas y simples. De alguna manera, nuestros recuerdos también son patrimonio», añade Fermoselle sobre lo seleccionado para el mercadillo.
El mercadillo se instalará junto al edificio del que fue el hostal y en él se podrá encontrar todo tipo de objetos sin valor patrimonial, pero que formaron parte de un edificio emblemático.
Las obras y el refugio
Otra parte del mobiliario del Términus se ha reservado para que quede expuesto en este edificio, una vez que se haya reformado para convertirse en la sede de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM).
El proyecto básico de reforma ya pasó por la Comisión de Centro Histórico de Palma en octubre y ahora está pendiente de ser aprobado por la Comisión Insular de Patrimonio del Consell de Mallorca. Una vez superado este trámite, se podrá solicitar al departamento de Urbanismo del Ayuntamiento la licencia de obras.
Como ‘nueva’ sede de SFM, este edificio acogerá servicios administrativos y el departamento de atención al cliente de la empresa ferroviaria, pero, además, también dispondrá de una cafetería en su planta baja.
Queda por decidir qué hacer con el refugio antiaéreo que hay en este lugar. Debido a su mal estado, ahora se está evaluando si se debe intervenir para conservarlo o ir más allá y abrirlo al público, informan desde SFM.
