Los que me conocen bien, saben que soy una persona cuanto menos, dispersa. Vamos, que me cuesta acabar los proyectos que empiezo o mantener una temática coherente con mis fotos. Así que para no sorprender a nadie he pasado de una foto panorámica del barrio de Corea a una de detalle de un caracol. Eso sí, de casas van las dos.