Alberto Jarabo, portavoz del equipo de gobierno, justificó ayer que Palma haya perdido calidad de vida, según una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en que ese estudio se realizó justo después de la segunda ola de covid-19 y cuando buena parte de la población se había quedado sin ingresos debido a la inexistencia de la temporada turística.

Aun así, Alberto Jarabo aseguró que al Ayuntamiento le preocupa que la calidad de vida en Palma haya caído diez puntos de media en apenas un año, según esa encuesta de la OCU, en la que Ciutat ocupa el tercer puesto, detrás de Madrid y Barcelona, en peores valoraciones. El regidor aseguró que Cort seguirá mejorando servicios para que esa percepción haya cambiado a final de esta legislatura.

«Entendemos perfectamente que haya una parte de la ciudadanía que haya sentido una percepción peor que en otras ciudades», declaró el regidor, quien comentó que muchas de las cuestiones planteadas en la encuesta (realizada el pasado otoño) tienen que ver con el impacto económico que ha supuesto la pandemia y el coste de la vida. «En aquellas ciudades que dependen más de los ingresos turísticos, la percepción ciudadana es que su vida ha cambiado a peor», añadió Jarabo.

La encuesta de la OCU, elaborada entre octubre y noviembre de 2020, valora distintos aspectos en cada ciudad, como la movilidad, la seguridad ciudadana, los servicios de salud, los educativos, la oferta cultural, deportiva y de ocio, la contaminación, mercado laboral, coste de la vida, mercado inmobiliario y limpieza urbana.

El portavoz municipal aseguró que el Ayuntamiento sigue «avanzando sin parar en los proyectos estratégicos» y que continuarán las mejoras en servicios públicos, por lo que esperaba un cambio en esa percepción de los ciudadanos.

Por contra, el regidor destacó que en seguridad ciudadana, «los datos oficiales de la Policía reflejan que tenemos una bajada sostenida de la criminalidad». Sobre ello, Jarabo consideró «imprescindible» que el Ayuntamiento invierta «más en policías, en la recuperación de la policía de barrio y en la compra de vehículos».