Es una columna que supera por poco la altura de las rodillas. Fue colocada en 2018 en la plaza Gomila. La remata una placa de bronce con la inscripción «La Ciutat de Palma a la memòria dels trenta set xuetes executats en aquest lloc el 1691 per raó de les seves creences». Se completa con un candelabro de siete brazos y una inscripción en hebreo. Este es el único y modesto recuerdo que Palma ha dedicado a los miles de descendientes de judíos que durante siglos fueron víctimas de la Inquisición, de la marginación social o de los recurrentes asaltos al Call. Pogromos que eran convenientemente dirigidos contra la comunidad judía cada vez que el malestar se expandía entre la población.
Jaqueline Tobías guarda los planos del monumento de Nils Burwitz (en la foto 2) para Santa Eulàlia.
Manu Mielniezuk
Es una columna que supera por poco la altura de las rodillas. Fue colocada en 2018 en la plaza Gomila. La remata una placa de bronce con la inscripción «La Ciutat de Palma a la memòria dels trenta set xuetes executats en aquest lloc el 1691 per raó de les seves creences». Se completa con un candelabro de siete brazos y una inscripción en hebreo. Este es el único y modesto recuerdo que Palma ha dedicado a los miles de descendientes de judíos que durante siglos fueron víctimas de la Inquisición, de la marginación social o de los recurrentes asaltos al Call. Pogromos que eran convenientemente dirigidos contra la comunidad judía cada vez que el malestar se expandía entre la población.
Sin memoria histórica para los ‘xuetes’
Manu Mielniezuk
Es una columna que supera por poco la altura de las rodillas. Fue colocada en 2018 en la plaza Gomila. La remata una placa de bronce con la inscripción «La Ciutat de Palma a la memòria dels trenta set xuetes executats en aquest lloc el 1691 per raó de les seves creences». Se completa con un candelabro de siete brazos y una inscripción en hebreo. Este es el único y modesto recuerdo que Palma ha dedicado a los miles de descendientes de judíos que durante siglos fueron víctimas de la Inquisición, de la marginación social o de los recurrentes asaltos al Call. Pogromos que eran convenientemente dirigidos contra la comunidad judía cada vez que el malestar se expandía entre la población.
Sin memoria histórica para los ‘xuetes’
Manu Mielniezuk
Es una columna que supera por poco la altura de las rodillas. Fue colocada en 2018 en la plaza Gomila. La remata una placa de bronce con la inscripción «La Ciutat de Palma a la memòria dels trenta set xuetes executats en aquest lloc el 1691 per raó de les seves creences». Se completa con un candelabro de siete brazos y una inscripción en hebreo. Este es el único y modesto recuerdo que Palma ha dedicado a los miles de descendientes de judíos que durante siglos fueron víctimas de la Inquisición, de la marginación social o de los recurrentes asaltos al Call. Pogromos que eran convenientemente dirigidos contra la comunidad judía cada vez que el malestar se expandía entre la población.
Columna en homenaje a los 37 xuetes ejecutados en 1691 en lo que hoy es la plaza Gomila.
Es una columna que supera por poco la altura de las rodillas. Fue colocada en 2018 en la plaza Gomila. La remata una placa de bronce con la inscripción «La Ciutat de Palma a la memòria dels trenta set xuetes executats en aquest lloc el 1691 per raó de les seves creences». Se completa con un candelabro de siete brazos y una inscripción en hebreo. Este es el único y modesto recuerdo que Palma ha dedicado a los miles de descendientes de judíos que durante siglos fueron víctimas de la Inquisición, de la marginación social o de los recurrentes asaltos al Call. Pogromos que eran convenientemente dirigidos contra la comunidad judía cada vez que el malestar se expandía entre la población.
Calle de la Sinagoga Vella, hoy Posada de Montserrat.
Manu Mielniezuk
Es una columna que supera por poco la altura de las rodillas. Fue colocada en 2018 en la plaza Gomila. La remata una placa de bronce con la inscripción «La Ciutat de Palma a la memòria dels trenta set xuetes executats en aquest lloc el 1691 per raó de les seves creences». Se completa con un candelabro de siete brazos y una inscripción en hebreo. Este es el único y modesto recuerdo que Palma ha dedicado a los miles de descendientes de judíos que durante siglos fueron víctimas de la Inquisición, de la marginación social o de los recurrentes asaltos al Call. Pogromos que eran convenientemente dirigidos contra la comunidad judía cada vez que el malestar se expandía entre la población.
Una estampa del Call palmesano.
B. Ramon
Es una columna que supera por poco la altura de las rodillas. Fue colocada en 2018 en la plaza Gomila. La remata una placa de bronce con la inscripción «La Ciutat de Palma a la memòria dels trenta set xuetes executats en aquest lloc el 1691 per raó de les seves creences». Se completa con un candelabro de siete brazos y una inscripción en hebreo. Este es el único y modesto recuerdo que Palma ha dedicado a los miles de descendientes de judíos que durante siglos fueron víctimas de la Inquisición, de la marginación social o de los recurrentes asaltos al Call. Pogromos que eran convenientemente dirigidos contra la comunidad judía cada vez que el malestar se expandía entre la población.
Es una columna que supera por poco la altura de las rodillas. Fue colocada en 2018 en la plaza Gomila. La remata una placa de bronce con la inscripción «La Ciutat de Palma a la memòria dels trenta set xuetes executats en aquest lloc el 1691 per raó de les seves creences». Se completa con un candelabro de siete brazos y una inscripción en hebreo. Este es el único y modesto recuerdo que Palma ha dedicado a los miles de descendientes de judíos que durante siglos fueron víctimas de la Inquisición, de la marginación social o de los recurrentes asaltos al Call. Pogromos que eran convenientemente dirigidos contra la comunidad judía cada vez que el malestar se expandía entre la población.