En Figuera, el reloj que da las horas desde la fachada de Cort desde hace 158 años, se pone a punto. Los experimentados relojeros Biel y Antoni Julià lo están desmontando pieza a pieza para reparar las que están dañadas y limpiar el resto para proceder nuevamente a su ensamblaje.

El objetivo es que, tal como explica Biel Julià, el más joven de los relojeros y que pertenece a la tercera generación de profesionales afincados en Felanitx, es que el veterano reloj de Cort continúe dando las horas con la máxima precisión. Eso sí, una vez reparado, precisará de un mantenimiento y de una puesta a punto semanal para que la hora sea la más ajustada posible.

Este trabajo se incluye en el contrato de mantenimiento adjudicado a estos relojeros, que han tomado el testigo a Pere Caminals, el profesional de la antigua Relojería Española de la plaza de Cort, que se encargó del buen funcionamiento de En Figuera en los últimos quince años.

Desde el lunes En Figuera no da la hora. Las agujas de la esfera que da a la plaza de Cort se quedaron marcando las 10:36 horas. A lo largo de la mañana de ayer se movieron algunos minutos debido a la manipulación de la maquinaria para desmontar las piezas. Biel explica que previsiblemente estará sin funcionar hasta finales del presente mes, cuando si no hay novedades insalvables, volverá a disponer de todas sus piezas ensambladas.

Se trata de la reparación más importante a la que se ha sometido En Figuera en los últimos 57 años, cuanto el anterior relojero municipal, Fernando Fernández, en 1964, procedió a su restauración y su posterior electrificación.

La actual maquinaria de la marca Collin fue colocada en su emplazamiento en 1863. Su instalación fue dirigida por el relojero Joan Vicat y sustituyó al anterior reloj instalado en Cort en 1848 procedente de la Torre de les Ànimes o d’En Figuera.

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En Figuera se pone a punto B. Ramon