Un estudio encargado por la concejalía de Justicia Social, Feminismo y LGTBI del Ayuntamiento de Palma rompe con el falso mito de la "prostituta feliz".

De hecho, los resultados del trabajo elaborado por las entidades que trabajan con personas en situación de prostitución como el Casal Petit, Cruz Roja y Metges del Món, que ha sido coordinado por la UIB, pone de manifiesto que todas las personas que se prostituyen desean abandonar esta actividad, aunque para ello precisan disponer de un trabajo que no sea precario que les permita vivir a ellas y sus familias de forma autónoma y de una vivienda.

Tal como ha puesto de manifiesto la concejala de Justicia Social, Feminismo y LGTBI de Cort, Sonia Vivas, se trata de un estudio "descriptivo, cualitativo y transversal que profundiza en las trayectorias de vida de personas que se encuentran en situación de prostitución en Palma", que ha sido elaborado por las entidades adjudicatarias del trabajo en base a la elaboración de 60 encuestas (20 por parte de cada entidad). El trabajo pone de manifiesto entre otras cuestiones los factores que inciden en la permanencia y la salida de la prostitución, además de avalar el proceso de ayuda que realizan los servicios que intervienen en Palma.

El estudio concluye que la prostitución "es un fenómeno poliédrico y multicausal" que se utiliza sistemáticamente como una actividad de refugio ante problemas económicos o la imposibilidad de acceder a un trabajo digno y no precario.

Por este motivo considera importantísimo trabajar para la inserción laboral normalizada de las personas en prostitución.

También se pone el acento en la necesidad de agilizar y facilitar los procesos de tramitación para la regulación administrativa de estas personas, y buscar fórmulas que permitan acceder a ayudas y acciones formativas aunque no tengan regularizada su situación administrativa. Igualmente, es importante "fortalecer los canales de denuncia" de la violencia que genera el ejercicio de la prostitución y generar espacios seguros para olas personas que se dedican a esta actividad, además de mejorar la atención psicológica y para la salud mental.

Igualmente se considera necesaria la sensibilización social e institucional sobre la prostitución y trabajar para asumir "una masculinidad disidente" que rechace esta actividad, además de ampliar los estudios existentes.

Según Vivas, este estudio pone en evidencia que "ninguna mujer quiere vivir de la prostitución y ésta es una forma de violencia machista",

El trabajo se ha realizado mediante la realización de entrevistas personales a personas en situación de prostitución, que después han sido analizados pro grupos de discusión formados por nueve profesionales de hasta ocho entidades que trabajan con este colectivo y trabajo de campo realizado los meses de julio y agosto de 2020 en Palma.

Se han entrevistado 60 mujeres de las cuales el 91% eran de nacionalidad extranjera. Asimismo el 60% de las encuestadas no ejercen en estos momentos la prostitución, mientras que el 40% lo hace de forma intermitente. Cinco de las personas incluidas en el trabajo son transexuales y el resto se reconocen como mujeres desde su nacimiento.