La Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya) ha iniciado esta mañana las obras del proyecto de separación de las redes de agua pluvial y residual en el polígono de Son Castelló. En concreto, los primeros trabajos consisten en la apertura de zanjas en el camino viejo de Bunyola a la altura del cruce con la calle Gremi de Pagesos, junto a la gasolinera. Previamente, a finales del pasado mes de marzo, ya se habían iniciado los trabajos de implantación, señalización y localización de posibles servicios afectados por la obra.

Estos trabajos se corresponden con la primera fase de un proyecto más amplio que afectará a todo el polígono. Esta fase afecta a la zona comprendida entre la Gran Via Asima y la Avenida 16 de Julio. Cuenta con un presupuesto de 6,4 millones y supone la construcción de 8,6 kilómetros de conducciones de aguas residuales. El plazo de ejecución es de 18 meses y supondrá la creación de 57 puestos de trabajo.

Según Emaya la obra ha sido acordada con la asociación de empresarios del polígono, ASIMA, con la que se han mantenido distintos contactos y se ha informado a las empresas de la zona. Por parte de la empresa municipal se asegura que "la afectación al tráfico será la mínima posible". Por ello, los trabajos se realizarán en turnos de día y de noche, de tal forma que por la noche se realicen los trabajos que generen más molestias tanto de ruido como de ocupación de la vía pública, con el fin de reducir las molestias durante el día y perturbar lo menos posible la actividad laboral y comercial.

El proyecto completo consta de cuatro fases en las que Emaya invertirá 14 millones de euros para la separación de 18 kilómetros de redes de aguas pluviales y residuales. Se prevé la creación de 300 puestos de trabajo directos a lo largo de los cuatro años que durarán los trabajos, que se completará con la construcción de un tanque de laminación con el fin de recoger las aguas mixtas de Esporles y Bunyola, con un presupuesto previsto de 2.400.000 euros.

Esta actuación tiene como objetivo evitar que cuando llueve se mezclen las aguas pluviales con las residuales y que se sature la red de conducción y la depuradora provocando, debido a esta falta de capacidad, vertidos de aguas mixtas al mar.

La red actual se mantiene, aunque solo se utilizará para el agua pluvial y se procederá a la construcción de otra completamente nueva para el líquido residual. También se aprovecha la intervención para la completa renovación de la red de agua potable, que fue instalada en los años 60, con el fin de reducir pérdidas y averías.