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Solo el 34 por ciento de la población de Palma bebe agua del grifo a diario

El alcalde de la ciudad anima a aumentar ese consumo para evitar la generación de más residuos de plástico

Emaya prevé tener instaladas 30 fuentes de agua potable filtrada en diferentes barrios a lo largo de este año

La del paseo de El Molinar es una de las once fuentes de agua potable filtrada ya instaladas.

Solo el 34% de la población de Palma bebe agua del grifo, un porcentaje que Emaya quiere ampliar, entre otras cosas, incentivando su consumo con más fuentes de agua potable filtrada en la calle. El alcalde, José Hila, y el presidente de la empresa pública, Ramon Perpinyà, anunciaron ayer que al final de este año habrá 30 surtidores de ese tipo repartidos por la ciudad.

El 34% de palmesanos que beben de forma habitual de la red de Emaya lo hacen en diferentes variantes, directamente o a través de sistemas de filtrado u osmosis caseros y jarras con filtros, indicó ayer Jaume Femenias, director del Ciclo del Agua de la empresa municipal.

«El agua de Palma es potable desde hace muchos años, el problema es que por sanidad, estamos obligados a ponerle una cantidad de cloro que es lo que le da el gusto», explicó Perpinyà, quien animó a sumarse al 34% de consumidores habituales y recomendó, si se quiere reducir el sabor a cloro, la utilización de algún filtro, como los de carbono activado, «muy baratos».

Perpinyà e Hila, utilizando la fuente de Santa Pagesa. | AYUNTAMIENTO DE PALMA

Emaya informó posteriormente en un comunicado que cada habitante de Balears consume 175 litros de agua envasada al año. Esa cantidad equivale a unas 117 botellas de 1,5 litros y un gasto medio de 61 euros anuales por persona, además de la generación de 5 kilos de residuos de plástico, unas 2.000 toneladas en Palma. «Un verdadero problema», según dijo Perpinyà.

El alcalde y el presidente de Emaya se desplazaron ayer a Santa Pagesa, donde hay una de las once fuentes de agua filtrada instaladas en diferentes puntos de la ciudad, como la plaza del Mercat, Pere Garau, plaza Porta Pintada, Joan Maragall, que a lo largo de este año se ampliarán hasta 30.

El alcalde remarcó que con la instalación de fuentes de este tipo se busca reducir el consumo de plástico y, en segundo lugar, demostrar que «el agua del grifo es buena para consumirla. Palma tiene que ir hacia la sostenibilidad con grandes proyectos, pero también con proyectos pequeños a pie de calle», manifestó Hila.

Ramon Perpinyà comentó que las primeras fuentes de agua filtrada se han colocado en lugares de mayor afluencia y de paso de turistas, «pero sin olvidar los barrios», por lo que se continuará con su instalación en diferentes puntos de la ciudad.

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