La calle d’en Bosc, junto al antiguo edificio de Can Serra, está cortada para evitar incidentes después de que hayan caído tejas del inmueble, desprendidas tras las tormentas de finales de enero. Las vallas impedirán el paso por este lugar mientras no se retiren los elementos que puedan caer a la vía pública, según confirmaron ayer fuentes de Urbanismo.
Vallas y señales advierten de que está prohibido pasar por la estrecha calle d’en Bosc, perpendicular a la calle Gerreria, después de que hayan caído algunas tejas, que habían quedado sueltas tras el paso de las borrascas Hortense e Ignacio. «Se ha cortado la calle preventivamente para evitar riesgo en la vía pública», explicaron ayer desde Cort.
«Estará así hasta que se actúe retirando los elementos que pueden caer por parte del servicio de edificios municipales, del área de Infraestructuras», apuntaron fuentes de Urbanismo.
La calle d’en Bosc une la calle Gerreria con la plaza de la Artesania y separa la manzana de Can Serra de otro edificio municipal, que acoge locales y el espacio de formación de Palma Activa.
Can Serra, edificio declarado Bien de Interés Cultural, lleva cerrado décadas, degradándose, a la espera de una rehabilitación. La parte más valiosa es la casa gótica, que data de los siglos XIII-XIV y cuya entrada está situada en la calle Gerreria. En 2003, cuando el inmueble era propiedad del Govern, se colocó un armazón metálico interior, por lo que desde el Ayuntamiento se ha afirmado en distintas ocasiones que la estructura del edificio no corre peligro.
Sin embargo, en los últimos años se han producido varios desprendimientos de su fachada y, ahora, de su cubierta.
El Ayuntamiento aprobó recientemente realizar un estudio sobre el estado del edificio, en el que no se ha intervenido desde hace años y sobre el que no hay un proyecto para darle uso.