Casa Vila, el emblemático establecimiento de fotografía de la plaza de Santa Eulàlia, no cumplirá cien años. A finales del presente mes de febrero echará el cierre definitivo.

Así lo confirmó este lunes a este periódico Toni Vila, uno de los tres propietarios de la tienda de fotografía más antigua de la ciudad, que regenta junto con su hermano Pep y su primo del mismo nombre.

Toni manifestó que su negocio va de «capa caída» desde hace años y que los numerosos intentos para modernizarse y ponerse al día no han conseguido superar la crisis por las que atraviesa las tiendas fotográficas. También ha contribuido a su decisión «la progresiva» desertización del centro de la ciudad, agravada por la pandemia provocada por la covid-19, que ha alejado aún más a sus clientes habituales del negocio.

La decisión se produce cuando apenas hace unos días, el pasado dos de febrero, festividad de Sant Blai, Casa Vila cumplía los 99 años, por lo que este negoció fotográfico más antiguo de la ciudad no llegará a los cien.

En estos momentos regenta el negocio la tercera generación de los fundadores del establecimiento en 1922: José Vila y Magdalena Alcover. Uno de sus hijos Antonio Vila Alcover sí que llegó a los cien años, cumplidos en enero del año pasado, aunque falleció el 23 de agosto del mismo año.

Una de las nietas del fundador, Magdalena, relataba a este periódico con motivo del centenario de su padre que su abuelo «retrató los hitos de la ciudad, como la llegada de Alfonso XIII, o cambios en las calles, los primeros aviones, los nombramientos de obispos y los bautizos y comuniones de los hijos de sus amigos y conocidos». El archivo familiar, de más de 50.000 negativos, algunos de ellos placas de vidrio, cuenta también buena parte de la historia de la ciudad.