El amplio edificio inacabado situado junto a la entrada principal del Parc de sa Riera deberá continuar como almacén, puesto que los usos de bar restaurante con terraza previstos en el proyecto inicial de la ejecución de este espacio libre público no están autorizados en esta zona.

Estas instalaciones fueron construidas para que fueran convertidas en un restaurante con una amplia terraza con vistas sobre el parque y el cauce del torrente de sa Riera por el equipo de arquitectos dirigidos por el ya fallecido Manuel Ribas Piera. Con este equipamiento, junto con el chiringuito existente al lado de la zona de juegos infantiles y otra instalación más pequeña, en desuso desde hace años, se pretendía facilitar la visita al parque debido su relativa lejanía de la ciudad y a la deficiente conexión con las barriadas vecinas.

No obstante, ningún equipo municipal desde que en 2005 se dieron por concluidas las obras de este espacio libre público que inicialmente debían costar 15 millones y acabaron con un gasto que rondaba los 24, sacó a concurso la gestión de este equipamiento.

Terraza con pérgola del edificio que debía ser restaurante. | B.RAMON

Las obras fueron ejecutadas por la ya desaparecida Empresa Municipal de Obras y Proyectos (EMOP) al frente de la cual estaba el exteniente de alcalde J.Rodrigo de Santos. En 2012, cuando desapareció esta sociedad, sus activos pasaron a la Societat Municipal d’Aparcaments (SMAP), que desde aquel momento gestiona el estacionamiento subterráneo existente en la zona, al igual que el chiringuito situado junto a los juegos infantiles, las pistas polideportivas y el edificio que debía convertirse en restaurante con terraza.

El actual gerente de la SMAP, Pedro Manera, quiso sacar a concurso la gestión del restaurante, aunque su sorpresa fue mayúscula cuando desde el departamento de Urbanismo del Ayuntamiento le informaron de que este uso, al igual que el administrativo y otros, no está permitido en esta zona.

El vallado de las pistas es constantemente vandalizado. | B. RAMON

Así pues, este edificio deberá continuar siendo utilizado como almacén, ya que los distintos intentos realizados desde la apertura del parque hace ya quince años no han fructificado.

Tras varios años en los que el edificio estuvo cerrado y en proceso de degradación, en estos momentos la SMAP guarda en él estaciones de la bicicleta pública adquiridas al consistorio de Bilbao, que se utilizan como recambios al servicio que funciona en Palma.

Además, desde el pasado mes de enero, las pistas polideportivas del parque situadas en sus inmediaciones, han pasado a ser gestionadas por el Institut Municipal de l’Esport (IME), poniendo fin de esta forma, aunque con casi quince años de retraso, al hecho de que una empresa municipal encargada de la gestión el estacionamiento público tuviera a su cargo unas pistas polideportivas, también públicas. Por parte de la concejalía de Infraestructura se está ejecutando en estos momentos el primer parque infantil interactivo, que sustituirá a parte del gran castillo que imitaba la torre del castillo de Bellver y que fue pasto de las llamas como consecuencia de un incendio.