Lorenzo Juliá Estela, fundador de Casa Juliá, uno de los comercios más emblemáticos de Palma, falleció este martes en Ciutat a la edad de 98 años.
Era 1948, cuando Juliá tenía solo 26 años, quiso probar suerte en la vida con un negocio, por lo que compró la droguería de un amigo. Allí se podía adquirir una gran variedad de productos químicos para la elaboración de jabón, salfumán, blanco de España, naftalina y otros utilizados habitualmente para limpieza y pintura, debido a que en aquella época no tenían recipientes manufacturados con las mezclas ya hechas, sino que lo normal era comprar la materia prima a granel y elaborar en casa lo que se necesitaba. Fue el inicio de Casa Juliá, uno de los negocios más emblemáticos de la ciudad supo adaptarse a los cambios de cada época y hoy está dirigido por la tercera generación de la familia.
En su primera vida, el negocio que fundó Lorenzo Juliá vendía a granel productos de droguería; durante la segunda y más amplia, se especializó en fotografía y fue un referente en Palma; y la tercera comenzó a vivirla en plena crisis económica porque se renovó en lugar de morir para dedicarse a la pintura industrial.
Casa Juliá cumplió en 2018 su setenta aniversario y lo hizo con la tercera generación de la familia al frente de un establecimiento emblemático cuyos orígenes se ubican en la plaza de Sant Antoni, la antigua puerta de entrada a Ciutat, y adonde acudían clientes de toda la isla.