Los cargos de Cort deberán dimitir o cesar si se saltan el protocolo de vacunación
Todos los grupos municipales han asumido este "compromiso ético" plasmado en una propuesta presentada por Ciudadanos
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palma, integrado por concejales del PSIB-PSOE, Podemos y Més per Palma, así como los grupos de la oposición municipal (PP, Vox y Ciudadanos) han asumido el "compromiso ético" de "pedir la dimisión o cesar de manera inmediata a cualquiera de sus cargos públicos, sean representantes electos o altos cargos, que se salten el plan de vacunación o que incumplan el protocolo establecido en provecho propio o beneficiándose de su posición, perjudicando con ello a las personas que realmente necesitaban con prioridad esta vacuna y han visto retrasadas su dosis a causa de estas irregularidades administrativas".
La moción, aprobada por unanimidad y sin discusión, fue presentada por urgencia en el pleno ordinario celebrado el jueves por el grupo municipal de Ciudadanos y defendida por el concejal de este grupo Alejandro Escriche.
En la exposición de motivos se indica que este comportamiento no solo "es absolutamente irresponsable y lejos de toda ética", sino que la consecuencia directa que estas personas hayan utilizado vacunas en un momento de absoluta escasez "implica que en estos momentos haya personal sanitario en contacto diario con el virus o enfermos crónicos y colectivos de riesgo que se encuentran sin salir de sus casas por miedo a contagio mientras esperan su turno para ser vacunados que se han quedado sin recibir una de la dosis que les corresponden de acuerdo con los protocolos de vacunación".
En el documento también se critica la "falta de información y rendición de cuentas por parte del ministerio de Sanidad", por lo que se insiste en la necesidad de disponer "de un plan de vacunación nacional urgente coordinado con todas las Comunidades Autónomas".
Igualmente se indica que la consecución del objetivo de vacunar a todos los grupos de riesgo en una primera etapa "se ve comprometida por la falta de transparencia y ausencia de un control exhaustivo del cumplimiento del protocolo y del proceso de vacunación".
Lo anterior ha dado pie "a comportamientos políticos muy graves como los del consejero y funcionarios de la consejeria de Salud de Murcia, así como de diferentes alcaldes de distintos colores políticos y también de formaciones nacionalistas y miembros de equipos de gobierno de distintos territorios. En la exposición de motivos no se incluye al obispo Sebastià Taltavull.
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