El ayuntamiento de Palma anunció este martes la cancelación de las visitas de los pajes de Sus Majestades los Reyes Magos previstas para el 30 de diciembre, 2 y 3 de enero, con el fin de evitar la concentración de público.

Estos eventos dirigidos a la infancia, según apuntó en una nota la Concejalía de Participación Ciudadana, se llevaban a cabo cada año en la plaza de Cort, pero este año debido a la propagación del coronavirus, se había optado por acercar los pajes a otras barriadas de Palma en cinco ubicaciones diferentes. «Dada la actual situación pandémica la policía local recomienda suspender todas aquellas actividades que puedan favorecer las aglomeraciones de gente o las formaciones de colas. Es por ello que el consistorio ha optado por suspender estas actividades», explicó.

En cuanto a los Reyes Magos, se mantiene su llegada a Palma el próximo 5 de enero, aunque este año -debido a la pandemia de la covid-19- se hará una cabalgata sin público, que se podrá seguir en directo por medio del canal autonómico de televisión IB3.

Cabe destacar que Cort este año ha enviado, en nombre de los Reyes Magos, una carta a los 40.000 menores de 11 años empadronados en la ciudad pidiéndoles a ellos y a sus familias que no acudan el próximo día 5 de enero a su llegada al puerto de Palma ni a la posterior Cabalgata. En la misiva, se explica que sus Majestades piden que se siga su llegada a Palma a través de la retransmisión que hará en directo IB3 y que, en cualquier caso, garantizan que van a llegar los juguetes y los regalos a las casas de todos los niños y niñas.

El teniente de alcalde explicó que el mantenimiento de la llegada de los Reyes por parte de Cort ha sido una petición expresa de sus Majestades, quienes habrían puesto en conocimiento de la institución municipal su voluntad de trasladarse también este año a Palma, pese a las dificultades ocasionadas por la covid-19. Eso sí, adoptando en todo momento las medidas de seguridad y de distanciamiento necesarias. Por lo anterior, desde el ayuntamiento consideraron que la mejor opción es la de mantener tanto la llegada de los Reyes al puerto como la Cabalgata, aunque pidiendo al mismo tiempo a las familias que no vayan a recibirles.