El ayuntamiento de Palma tendrá que hacer frente a una indemnización de 60.000 euros, que recibirá una mujer que sufrió una caída como consecuencia del mal estado de una acera. Esta indemnización la ha impuesto el juzgado de lo contencioso administrativo de Palma, que ha aceptado la demanda que presentó el abogado Miguel Guillem Ramis. El letrado demandó al Consistorio, al sostener que era el responsable del mantenimiento de la acera en la que su clienta tuvo la caída y como consecuencia de ello sufrió lesiones importantes en una pierna. Cort se opuso a la demanda, al defender que no existía relación entre el estado de la acera y la caída sufrida por la víctima. Sin embargo, el juez no acepta la versión de la administración.

Este percance ocurrió hace ya siete años en la calle Ferrer Pallarés de Palma. Entre las seis y las siete de la tarde la mujer iba caminando acompañada por su marido. De pronto metió el pie en un espacio de la acera donde faltaban varias baldosas. Cayó al suelo y sufrió lesiones de distinta consideración, por las que tardó bastante tiempo en recuperarse. Se daba la circunstancia que el matrimonio hacia poco tiempo que vivía en esta zona de la ciudad y conocía poco la zona. Como ya había poca luz, la mujer no vio el agujero de la acera y al meter el pie se cayó al suelo.

El abogado Miguel Guillem aportó el testimonio del hijo de la víctima, que acudió de inmediato al lugar donde se había producido la caída para asistir a su madre.

El juez ha valorado las fotografías aportadas en la demanda, que demuestran la ausencia de dos adoquines en la acera y el gran hueco que provocaban. De hecho, el propio Ayuntamiento reconoció la existencia de dicho desperfecto, que inmediatamente reparó y colocó los adoquines que faltaban.

El magistrado considera que las acera deben tener una continuidad en la superficie y si no existe resulta un obstáculo «desconocido e imprevisible». Tanto es así que la propia sentencia considera que la responsabilidad del mantenimiento de la acera, y por tanto, debe a la indemnización que merece la mujer que se cayó al suelo al no detectar el agujero que se había causado por la falta de adoquines.