Los antiestéticos cables que cuelgan de las viviendas sociales de Camp Redó y de muchas otras fachadas de la ciudad comienzan a desaparecer de los edificios del popularmente conocido como barrio de Corea debido a las obras de reurbanización que ultima el Ayuntamiento. Las compañías de las líneas eléctricas y de telecomunicaciones pasaron bajo tierra el cableado de forma coordinada con el área de Infraestructuras y ahora están retirando los postes y conductos antiguos.

La eliminación de los palos que sustentaban los cables aéreos permitirá disminuir las barreras arquitectónicas que impedían el paso de personas con movilidad reducida, en silla de ruedas o con carritos de la compra o de bebé, entre otros afectados, por lo que las vías objeto de remodelación serán accesibles, en concreto los pasajes y solares de Infant Pagà entre Felip II y Alfons el Savi, tal como informó Cort.

La canalización soterrada ha supuesto una inversión de unos 31.000 euros, que están incluidos en la reurbanización impulsada por el área de Modelo de Ciudad, Urbanismo y Vivienda Digna.