Que una promoción de viviendas o el desarrollo urbanístico de una determinada zona de la ciudad esté en manos privadas no es garantía de celeridad. En Palma hay numerosos ejemplos de lo anterior. Sin ir más lejos, el antiguo cuartel de Automovilismo de Son Simonet, situado cerca del de Son Busquets, se vendió por parte del ministerio de Defensa, previa subasta y por un importe de 5,5 millones a la promotora la Llave de Oro. La transacción se realizó en 2015. El solar permite la construcción de más de 200 viviendas. Por el momento no se ha construido ninguna ni se han iniciado las obras. Otro ejemplo fallido de promociones de viviendas en manos de la iniciativa privada es el protagonizado en el segundo Pacto de Progreso, cuando el entonces conseller de Obras Públicas, Jaime Carbonero, promovió un cambio de la legislación con la supuesta finalidad de favorecer la construcción de vivienda pública permitiendo construir en suelo rústico. A raíz de este plan surgió, entre otras iniciativas, la fallida ampliación de la urbanización de Son Bordoy, situada en la barridada del Molinar, en la que tampoco se ha levantado ni una casa tras más de 10 años.
Siguen las negociaciones con Endesa sobre la primera línea del litoral de Llevant
Tras haberse reanudado hace varios meses, continúan las negociaciones entre el Atamiento de Palma y Endesa en relación a la modificación de la fachada marítima del litoral de Llevant. Por el momento, no hay acuerdo en la propuesta de nueva valoración realizada por Cort en relación a la edificabilidad de los dos solares situados junto al edificio de Gesa, que el Ayuntamiento quiere que sean espacio libre público con equipamientos, mientras que la compañía eléctrica continúa con su pretensión de construir edificios de viviendas. No se sabe si finalmente se alcanzará un acuerdo o no, aunque se está trabajando para que este sea posible antes de la aprobación definitiva de la modificación.
