El concejal del Partido Popular en el ayuntamiento de Palma Julio Martínez se las ingenia en numerosas ocasiones para hacer comparaciones, a veces afortunadas y a veces no tanto, a la hora de defender sus posiciones políticas en determinados puntos. Para el también exresponsable de la hacienda municipal con el exalcalde Mateo Isern, el hecho de que la comisión del Centro Histórico deba pronunciarse sobre los proyectos de obras que afectan a los inmuebles construidos antes de 1956, es como si se someten a los dictados de la Santa Inquisición. Una afirmación que todo el mundo entendió que hacía referencia a la toma de decisiones poco fundamentadas en la ciencia y el raciocinio por parte del tribunal eclesiástico, que más tarde el concejal intentó suavizar afirmando que su comparación hacía referencia al hecho de que, a veces, las resoluciones de la comisión del Centro Histórico eran difíciles de entender, puesto que incluso se daba el caso de que sus miembros pensaban sobre una misma cuestión de forma diferente. Sea como sea, lo qué quedó claro es que, en cualquier caso, la licencia de obras se dará o no por la Gerencia de Urbanismo. Eso sí, previo informe de le Comisión, aunque no se aclaró si sería vinculante o no.
Pancartas reivindicativas en Son Sardina
Pese a que el teniente de alcalde de Participación Ciudadana, Alberto Jarabo, ha manifestado nuevamente que el local que ocupa el Casal de Barri de Son Sardina no va a ser desahuciado y que las entidades podrán seguir utilizándolo, las asociaciones no las tienen todas consigo. A la concentración convocada la semana pasada se ha sumado ahora la colocación de pancartas en distintos puntos del núcleo de población. En una de ellas, como la de la fotografía, califican al Ayuntamiento como de irresponsable y exigen locales públicos para ubicar estos servicios.
