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Una parte del edificio de la Protectora podrá tener el uso comercial

La gerencia de Urbanismo aprueba una modificación del Plan General solicitada por los actuales propietarios

Los accesos al edificio están tapiados desde hace años.

El edificio de La Protectora, adquirido en 2017 por Servicios de Catering y Franquicias S.L al denominado «banco malo», podrá tener unos usos distintos al sociocultural privado actual.

El Ayuntamiento de Palma, a petición de los actuales propietarios de este inmueble construido en 1869 y que fue reformado en 1928 por el arquitecto Gaspar Bennàzar, está tramitando un cambio de usos del edificio con el fin de poder destinarlo a otras actividades, entre las que se incluyen el uso comercial en parte de su superficie.

El gerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma, Joan Riera, explicó ayer que la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma aprobada inicialmente ayer en el consejo de Gerencia, contempla la supresión por parte de los propietarios del inmueble de 800 metros cuadrados de construcciones que se han indo añadiendo al edificio original.

Paralelamente se ha considerado adecuado, con el fin de garantizar la ejecución de las obras del preservación del edificio, «abrir el abanico de los usos permitidos», que sean compatibles con la preservación de los elementos patrimoniales de este inmueble declarado como Bien de Interés Cultural (BIC).

El gerente recordó que se trata de un edificio cerrado desde hace bastantes años, por lo que la ampliación de los usos permitidos puede contribuir a su preservación. Riera explicó que los edificios catalogados tienen habitualmente un amplio abanico de usos posibles en el actual planeamiento, aunque estos, al igual que el proyecto de ejecución que se presente en su momento, tienen que ser autorizados en cada caso por la comisión del Patrimonio del Consell de Mallorca al tratarse de un BIC.

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