Algunos edificios tienen capas, como el recién reformado frente al muelle de las Golondrinas del paseo Marítimo. La última es la de un inmueble con diez viviendas de alto standing que empiezan a comercializarse por alrededor de un millón de euros. Su anterior capa, la que recuerda la mayoría de los palmesanos, mostraba un bloque de cinco alturas y ladrillo rojizo muy cerca del Auditorium que llevaba abandonado más de dos décadas. Con su espléndida ubicación, era difícil de entender por qué nadie lo terminaba, pero la quiebra de una constructora y problemas de los expropietarios dejaron esta mancha en el paseo más importante de la ciudad. Y hubo una primera capa, la más desconocida, cuando albergó el hotel Zaida, uno de los primeros del bulevar, y acogió a visitantes y empleados cuyas vidas fueron dignas de una novela.
El más destacado en Palma era José María Aguirre, el director del establecimiento durante el boom turístico y preso en el campo de concentración de Mauthausen en la Segunda Guerra Mundial. Contaba a sus amigos de Ciutat que, «de forma discreta, ya que no hablaban del pasado, alojaba en el hotel a antiguos compañeros de prisión y el Zaida se convirtió en el lugar de vacaciones de estos supervivientes». Aguirre falleció en su casa del barrio de Son Roca en 2009, cuando hacía más de una década que el edificio estaba abandonado y a la espera de que algún promotor lo convirtiese en exclusivas viviendas.
Avanzadilla del cambio
Fue puesto a la venta en 2014 y la empresa catalana ADN Edifica vio en él un gran potencial, por lo que tras adquirirlo, el año pasado comenzó la reforma. Acaba de finalizarla «con todo lujo de acabados y una distribución en torno a un patio que permite la ventilación cruzada y que la luz natural entre en cualquier estancia», explica el responsable de marketing y comunicación, Víctor Comeche. Remarca el tema de la ventilación «por su enorme importancia en esta época de covid» y añade que «la pintura también es antivirus con tecnología de grafeno».
La promotora es pionera en este aspecto sanitario y además se ha convertido en la avanzadilla de la transformación que sufrirá el Marítimo durante los próximos años. El edificio del antiguo hotel Zaida luce de nuevo gracias a su última capa y lo hará aún más con la remodelación de un paseo con más espacio para los peatones.diez viviendas con vistas al puerto. La empresa ADN Edifica acaba de terminar la reforma del edificio del paseo Marítimo 23. F1 Desde la quinta planta se ve la Catedral. F2 La fachada del inmueble, muy próximo al Auditorium. F3 Una de las espaciosas terrazas. F4 Todas las paredes están paneladas. F5 La cocina ha sido equipada con la máxima calidad.
