Definitivamente la ORA no ha sido un buen negocio económicamente hablando para las arcas municipales. La liquidación de los últimos seis años de prestación de este servicio por parte de la unión temporal de empresas integrada por Dornier y Roig, aprobada en la junta de gobierno del miércoles de esta semana, así lo demuestra.
De la documentación correspondiente a la prestación del servicio por estas empresas en el período comprendido entre el 19 de junio de 2013 y el 18 de junio del año pasado, cuando finalizó la relación contractual con los anteriores adjudicatarios, se desprende que durante estos seis años se ingresaron a las arcas municipales un total de 36,7 millones.
No obstante, los «excedentes» o beneficios anuales del servicio apenas fueron de 350.000 euros, ya que a los ingresos por la obtención de los tiques de los estacionamientos de pago se deben restar los gastos derivados del coste del servicio.
Tal como se estipula en el pliego de condiciones, de la recaudación total anual se debían restar 1.050.000 euros para hacer frente a los costes municipales derivados de los gastos del personal de Cort y otros elementos que, de forma total o parcial, afectaban al servicio público.
En este caso la empresa, tal como estaba estipulado en el contrato, adelantaba a Cort cada mes la duodécima parte de la anterior cantidad, es decir, 87.500 euros.
En segundo lugar, de los ingresos totales se restaba la contraprestación económica que percibía la empresa adjudicataria, que en el caso de este contrato concreto y si se tiene en cuenta una anualidad completa era de 6,3 millones.
Una vez cubiertos con los ingresos costes municipales y de la contrata el «exceso» o beneficio se distribuía entre el adjudicatario y el Ayuntamiento. En las bases del concurso la anterior distribución debía ser del 75% para las arcas municipales y el 25% restante para el contratista.
No obstante, la adjudicataria ofreció como mejora de su oferta que el Ayuntamiento se quedaría el 95% de los beneficios y ellos solo el 5%. Tal como se comprueba en la liquidación estos «excedentes» no han superado en ningún caso los 100.000 euros anuales. En concreto, el 2013 se cerró con un beneficio de 27.681 euros, en 2014 la cifra fue de 44.178 euros, el año siguiente subió a 57.133 euros y en 2016 fue de 70.582 euros.
Último año de contrato
El último año del contrato, en 2019, se cerró con un excedente de 59.668, y en los dos años sucesivos, con la adjudicación ya prorrogada, los beneficios fueron de 62.129 y 30.654 euros, respectivamente.
Tal como se indica en el contrato, el Ayuntamiento se queda con el importe de las tasas de la ORA de residentes, lo que puede suponer un ingreso anual para las arcas municipales de 400.000 euros, ya que existen unos 19.000 residentes con tarjeta de la ORA, que pagan anualmente 24 euros.
