La nueva depuradora costará 118 millones y estará finalizada en 2025, tal como concretó ayer el presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, tras las dudas sobre si los presupuestos del Estado para 2021 incluían la infraestructura del Coll d’en Rabassa. El concejal del Pacto explicó que el proyecto de los presupuestos recoge en un anexo las inversiones y programación plurianual destinadas a la «ampliación y remodelación de la Edar de Palma II», así como del emisario de emergencia, lo que significa que el Gobierno se compromete a financiarla, ya que la previsión es invertir unos 117,9 millones a partir de 2022.
Para el próximo año no hay ninguna partida concreta porque se tendrá que tramitar y licitar el proyecto en un plazo de unos ocho meses, ya que en 2020 se ha redactado el anteproyecto por un importe de 115.000 euros, según detalló Perpinyà. Tras la junta de gobierno, el regidor desglosó que la Sociedad Mercantil Estatal de Aguas de las Cuencas de España (Acuaes) contempla destinar 1,6 millones dentro de dos años a la redacción del proyecto definitivo y la primera certificación de las obras, que comenzarán en 2022, según la previsión. La inversión para 2023 ascenderá a otros 13,3 millones y en 2024 aumentará 32,4 más, según las cantidades previstas de las certificaciones correspondientes al avance de las obras, que durarán 24 meses.
La nueva depuradora estará en 2025, cuando se pagará la última certificación, de 70,4 millones de euros, según las estimaciones, pero el coste total puede variar en función del proyecto definitivo y el precio de adjudicación. Dicho calendario «garantiza que esta obra imprescindible para Palma siga adelante», concluyó.
