Rachira, que está enferma,y su hijo, ambos sin empleo, fueron desahuciados ayer de su piso en Son Gotleu. El propietario es el fondo buitre Divarian, del que el banco BBVA tiene un 20% de las acciones, según denunció Stop Desnonaments. La plataforma congregó a decenas de personas en la calle Tomàs Rullan número 76, frente a la casa, para intentar detener el desalojo, aunque no fue posible, a diferencia de otros tres desahucios previstos ayer que fueron paralizados.

El portavoz de la entidad, Joan Segura, achacó la ejecución de Son Gotleu a que los afectados carecían del necesario informe de vulnerabilidad, que «debe ser emitido por la oficina municipal antidesahucios, pero no lo hizo porque argumenta que la madre y su hijo pueden ir a vivir a casa de otra hija que tiene, aunque no es verdad que pueda por diversas circunstancias», en palabras del portavoz de la plataforma.

Los demás desahucios que al final se suspendieron fueron tres ayer y siete durante la semana, en los barrios de Son Gotleu, Pere Garau, Son Roca y el Vivero. No obstante, Stop Desnonaments denuncia el aumento de procedimientos judiciales que se están produciendo.