El límite de velocidad a 30 kilómetros por hora en nueve de cada diez calles de la ciudad entrará en vigor el miércoles de esta semana, después de que haya finalizado el plazo para informar de la medida a la delegación del Gobierno y al Gobierno central sin que se hayan presentado alegaciones.

De esta forma, en el 90% de las calles de la ciudad, la velocidad máxima permitida será de 30 kilómetros por hora y en el 10% restante, un total de 190 vías, se podrá circular como máximo a 50 o 40 kilómetros por hora, en función de la señalización que se instale en cada una de ellas.

El área de Movilidad prevé instalar en estas 190 calles en las que se puede circular a más de 30 kilómetros por hora un total de 900 señales de limitación de velocidad. En el resto de vías en las que no exista esta señal se deberá circular a un máximo de 30. Igualmente, se prevé instalar en los principales accesos de la ciudad paneles informativos que indican a los conductores que se adentran en una Ciudad 30.

Desde Movilidad se ha indicado que estas señales se van a ir instalando en los próximos dos meses, aunque han advertido que los conductores no podrán sobrepasar en ningún momento a partir del próximo miércoles de los 30 kilómetros por hora a no ser que en la calle por la que circulen haya una señal que permita circular a 40 o 50 kilómetros por hora.

Esta mañana el alcalde de Palma, José Hila, acompañado por el concejal de Movilidad, Francesc Dalmau, y otros miembros del Consistorio se han desplazado a la avenida de les Torres Llavaneres, el tramo de la autovía del aeropuerto situado entre Puerto Rico y Manual Azaña y que transcurre frente al Palacio de Congresos, con el fin de instalar el primero de los 33 carteles informativos que indican la obligación de circular a un máximo de 30 kilómetros por hora en la ciudad.