ARCA reclama al Govern, al Consell de Mallorca y al Ayuntamiento de Palma que actúen y protejan el Baluard del Príncep de las pintadas y agresiones sobre el patrimonio, algunas de ellas realizadas hace más de dos años y medio.
“¿En qué piensa el Ayuntamiento de Palma que no ha borrado las agresiones a nuestra historia? ¿En qué piensa Patrimonio del Consell de Mallorca que no actúa cuando también es su responsabilidad? ¿No saben que una pintada atrae a otra? ¿No se ha enterado que tan solo mantener la limpieza y el orden puede preservar la ciudad de futuras agresiones?”, inquiere ARCA.
La entidad conservacionista remarca que “la ciudad y otras administraciones han invertido un montón de dinero público para rehabilitar un espacio único como es el Baluard del Príncep y no se invierte un euro ni a vigilar ni a quitar las agresiones con pintura. Una vergüenza que no tiene excusa”.
La rehabilitación del Baluard del Príncep comenzó en 2009 con el proyecto de los arquitectos José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres, con financiación del Gobierno central. Actualmente se están llevando a cabo las dos últimas fases de esta restauración, que suponen la recuperación del foso y su conexión con la plaza Porta des Camp.
“Patrimonio del Consell tiene los técnicos, las competencias y la capacidad de decisión para limpiar sobre elementos históricos protegidos. ¿Quizás le gustan así de maltratados? La ciudadanía de Palma y de la Isla tenemos derecho a disfrutar de nuestro patrimonio, de nuestro paisaje urbano libre de pintadas. Quien nos visita también. La responsabilidad de Ayuntamiento y Consell es actuar”, sostiene ARCA.
La denuncia de esta entidad está acompañada de varias fotografías de pintadas. “Ahora también pintan el suelo de baldosa creada por Elías Torres. “La mayor de las vergüenzas. Pedimos a los políticos que asuman su responsabilidad y actúen ya”, reclama la asociación conservacionista.
ARCA ha anunciado que hará llegar su escrito en forma de queja y denuncia al Consell Insular, al Ayuntamiento de Palma y al Govern.
