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Águilas y halcones contra las gaviotas del puerto

Aves rapaces de Natura Parc sobrevuelan cada día, desde el alba al ocaso, las instalaciones de la Autoridad Portuaria para ahuyentar a las silvestres

Águilas y halcones contra las gaviotas del puerto

Águilas y halcones contra las gaviotas del puerto Raquel Galán

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Águilas y halcones contra las gaviotas del puerto Raquel Galán

Las gaviotas que sobrevuelan el puerto en busca de comida no son tontas, ya que al comprobar que no son perseguidas por los pájaros de plástico ni las cometas con forma de ave que los barcos ponen para espantarlas, siguen en su lugar de sustento diario. En cambio, los 18 halcones y águilas de Harris de Natura Parc sí que las asustan. Trabajan desde 2015 en las instalaciones de la Autoridad Portuaria, «cada día desde el alba hasta el ocaso, con un cetrero en el turno de mañana y otro por la tarde», detalla José Luis Martínez, coordinador de control de fauna de la fundación. La finalidad es ahuyentarlas, «sin capturarlas, aquí no hay métodos cruentos», y el motivo es que la acidez de sus excrementos corroe el material y provoca problemas de higiene y seguridad.

Los excrementos de las aves silvestres provocan problemas de higiene y seguridad debido a que corroen el material

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El primer caso es evidente y del segundo pone como ejemplo que «el ácido estropea los radares que llevan las embarcaciones en lo alto de los mástiles, así como las cámaras de video vigilancia y otros muchos elementos». Las aves de presa han demostrado su eficacia desde que Natura Parc fue contratada por el organismo portuario «hace cinco años para extinguir un dormidero de entre 15.000 y 20.000 lavanderas en la zona de Poniente-Peraires que traía de cabeza al puerto. Como sus vuelos eran de madrugada, usamos lechuzas para solucionar el problema», recuerda.

Dos aves de presa de los 18 ejemplares que se turnan para sobrevolar el puerto de Palma.

Tras este buen resultado, han proseguido su labor para acabar con otros dormideros en los que había hasta 4.000 ejemplares. La población de aves silvestres está «más controlada» gracias a los dos tipos de vuelos que realizan por turnos las rapaces: «rondas disuasorias continuas o en una zona conflictiva», según indican fuentes de la Autoridad Portuaria respecto a las actuaciones en los Muelles Comerciales, el Dique del Oeste y Poniente-Peraires. No obstante, «la responsabilidad de controlar la fauna silvestre es una tarea de todos, ya que una simple arqueta mal cerrada es un foco de aves, o echar pan a las gaviotas desde las embarcaciones», como advierten.

«Ellas continuarán buscando comida donde puedan, porque de eso depende su supervivencia. Sin embargo, las nuestras están adiestradas desde su nacimiento para impedir que lo hagan en el puerto de Palma»

José Luis Martínez - Coordinador de control de fauna

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«Ellas continuarán buscando comida donde puedan, porque de eso depende su supervivencia. Sin embargo, las nuestras están adiestradas desde su nacimiento para impedir que lo hagan en el puerto de Palma», destaca José Luis Martínez. Las utilizadas son de las especies águila de Harris, halcón peregrino e híbridos de gerifalte y sacre. Cuatro cetreros se encargan de entrenarlas y de todos sus cuidados diarios, como la alimentación, limpieza, peso y revisión del estado de salud. Los especialistas son Sergio Cantón, que tiene cinco rapaces; Josep Mas, con cuatro; Xavier Gasol, que cuida otras cuatro; y Toni Martorell, a cargo de tres. «Entre ellos se establece una especie de relación de confianza similar a la de otro animal doméstico», en palabras del coordinador.

Los cuatro cetreros del puerto cuidan de sus rapaces desde que nacen y las adiestran para controlar esta zona

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Buena prueba de ello son los nombres elegidos para las aves. «Como a uno de los cetreros le gusta Harry Potter, a dos águilas las ha llamado Avanor y Sentinel; otra se llama Patri, el nombre de la mujer de Sergio; y un halcón es El Negro por su color», detalla. También está La Guapi, «que ya no trabaja porque es viejita, pero sigue en el puerto, es su hogar». Lo dice debido a que las rapaces son adiestradas para sobrevolar una zona específica: «Imagínate que se fuesen hasta Son Dureta o más lejos, no harían su función». Como la población de gaviotas, palomas y lavanderas se renueva, los 18 ejemplares de Natura Parc no se quedarán en el paro.

Águilas y halcones contra las gaviotas del puerto

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