La mayoría de los 47 colegios públicos y 19 institutos de Palma utilizan espacios cedidos por el Ayuntamiento, como casales de barrio, calles, plazas, parques e incluso el antiguo mercado de Camp Redó. El objetivo es tener más amplitud con la que guardar las distancias y evitar contagios por la covid-19. Hasta 36 centros de Educación Infantil y Primaria (CEIP) y de Secundaria pidieron emplazamientos municipales próximos a las infraestructuras docentes para poder aumentar el número de aulas o, en el caso de los espacios exteriores, realizar la clase de Educación Física o tener más patio en el recreo.

El alcalde de Palma, José Hila, y el concejal de Educación de Cort, Llorenç Carrió, visitaron ayer el colegio Felip Bauçà, que utiliza la calle Germans García Peñaranda para este fin. Desde primera hora de la mañana, se cierra al tráfico en la confluencia con Guillem Frontera y Prat de la Riba, y de este modo los alumnos pueden llevar a cabo las citadas actividades. Este centro público fue uno de los primeros en pedir al consistorio la cesión ofrecida a principios de septiembre, poco antes del comienzo del curso y en plena segunda ola de la covid.

Se triplica la demanda

Al principio solo una docena de escuelas solicitaron esta ayuda y el consistorio otorgó 16 espacios (cuatro de ellas necesitaban más de uno), aunque enseguida los equipos docentes vieron que era una alternativa para cumplir con la exigencia de distancia y aforo, por lo que ahora hay 36 centros que ocupan 45 espacios públicos de la ciudad, es decir, que se ha triplicado la demanda.

Los que están utilizando zonas infantiles o parques públicos de su entorno son los colegios Cas Capiscol, Son Canals, Pintor Joan Miró, Verge de Lluc, Son Serra, Gabriel Vallseca, la escoleta de Son Fuster y el instituto de La Ribera. Las plazas de varias zonas están siendo ocupadas de forma temporal por los centros Es Pont, Gabriel Vallseca, Verge de Lluc, Sant Agustí, Sant Antoni Abat, Casa Blanca y s’Aranjassa, así como la escoleta de Santa Creu. En cuanto a los casales de barrio, el colegio de s’Aranjassa necesita esta instalación, además de los centros Maria Antònia Salvà, Sant Jordi, Es Pont y Manjón, que está en el antiguo mercado. Las calles y aparcamientos de dichas vías se han destinado a los alumnos de los colegios Felip Bauçà, Aina Moll y el Vivero.

Hasta una veintena de pistas y polideportivos gestionados por el IME son utilizados durante el horario lectivo por los centros educativos que los han pedido, como son los de Sant Jordi, Aina Moll, Son Serra, Son Oliva, el Coll d’en Rabassa, el Vivero, es Pil·larí, Sant Vicenç de Paül, los institutos Emili Darder, Guillem Sagrera, Joan Maria Thomàs, Nou Llevant y Son Rullan, y los colegios Sant Felip Neri, La Esperança, Balmes, el Secar de la Real, el Molinar, Joan Miró y Marian Aguiló. Estas cesiones han sido organizadas por Cort en colaboración con la conselleria de Educación.