Más de 30 horas seguidas sin descanso es lo que tardaron los operarios de Emaya en solucionar la avería en la estación impulsora de aguas residuales del Portitxol. Desde el jueves por la mañana y hasta ayer por la tarde, personal de la empresa y varios camiones bomba permanecieron en el lugar para reparar la fuga, trabajando durante la noche.

Sobre las seis de la tarde de ayer quedó solventado el problema, de gran magnitud y que obligó a parar la estación impulsora el pasado jueves. Con la instalación de nuevas conducciones de gran tamaño, tarea que llevó horas, se pudo volver a conectar el sistema de la estación impulsora. En total, solventar este problema llevó más de 30 horas de trabajo.

El jueves por la mañana, el tramo de la calle Joan Maragall que confluye con la autopista de Llevant, a la altura de Manuel Azaña, quedó inundado por aguas sucias que desprendían mal olor. Inmediatamente, Emaya desplazó a personal de mantenimiento desde la planta de Son Tugores y hasta ocho camiones bomba para achicar el agua de la zona y evitar nuevas anegaciones. Una pala excavadora hizo un gran agujero para llegar a la conducción averiada y poder sustituirla.

Los operarios, dentro del agujero, conectan la tubería

La antigüedad de estas tuberías fue la causa de esta avería y la consiguiente fuga de aguas sucias, según indicó Emaya durante la primera jornada de reparación.

La paralización de la estación impulsora de aguas residuales no afectó al suministro de agua potable, confirmó también la empresa municipal.

Hay que recordar que Emaya tiene en marcha la renovación de las redes de aguas residuales y potable en diferentes puntos de Palma, ya que la mayoría de estas instalaciones cuentan con 40 años de antigüedad y en muchas ocasiones se averían con cambios de presión o tras haber reparado algún otro tramo.