El Ayuntamiento de Palma dejará de hacer carriles bici en aquellas zonas en las que en sus calles regirá a partir de mediados de octubre la limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora, porque la concejalía de Movilidad considera que lo anterior permitirá la convivencia entre vehículos particulares y bicicletas y patinetes.

La limitación de circular a más de 30 kilómetros por hora en el 90% de calles de la ciudad fue aprobada inicialmente en el pleno del pasado mayo. Al no haberse presentado ninguna alegación en el período de exposición pública el cambio del artículo 7 de la ordenanza de Circulación se aprobó automáticamente y fue publicada en el BOIB del sábado, día 12, aunque para entrar en vigor se debe dar cuenta nuevamente al pleno y posteriormente informar al Govern y al Gobierno central, por lo que se prevé que la norma entre en a mediados de octubre.

Acompañado del concejal de Movilidad, Xisco Dalmau, el alcalde, José Hila, ha subrayado esta mañana que esta nueva medida pacificará el tráfico en la ciudad porque “la calzada en la mayoría de las calles ya no será sólo para el vehículo privado, sino que también podrá ser utilizada por las bicicletas y patinetes, por lo que se tendrá que compartir”.

Hila ha incidido en que este proyecto, “uno de los más importantes de esta legislatura en cuanto a movilidad sostenible”, servirá para ganar espacio para la ciudadanía y luchar contra el cambio climático, en la misma línea que en otras ciudades españolas, como Valencia, Zaragoza y Málaga, y europeas.

Ha añadido que, con esta nueva medida, los peatones podrán pasear por Palma “más tranquilos” y “menos preocupados” por la velocidad a la que circulan los vehículos, contribuirá a reducir la contaminación, y el ruido provocado por del tráfico, además de ganar en seguridad vial.

No se llenará la ciudad con señales de límite de 30 kilómetros por hora, sino que indicará cuáles son aquellas por las cuales se puede circular a 40 o a 50 kilómetros por hora, como las Avenidas, la avenida Argentina y calle Ramón y Cajal, entre otras vías.

Además, según el concejal de Movilidad, Francesc Dalmau, se instalarán otros tres rádares fijos a lo largo de este año y de otros el próximo. Bajo el lema “respeta, convive, comparte”, el Ayuntamiento dará a conocer esta limitación con la que la tasa de mortalidad en accidentes es 8 veces menor que si se circulara a 50 kilometros por hora.